Para equilibrar mi maltrecho karma, después de un miércoles horríbilis ha venido un jueves que, la verdad, ha estado bastante bien. Para empezar mañana viernes no tengo cole; el lunes tampoco así que antes un puente de cuatro días todo se podía hoy mirar bajo una perspectiva optimista, ¿a que si? Amanecí menos ronca, lo cual era un buen paso porque en la función del cole tenía unas cuantas frasecitas... Al arreglarme, ponerme el disfraz, vaya, consigo a la primera que el pelo me quede tal y como yo quiero que quede. ¡Viva! (féminas del mundo, sé que me entendéis). Además, tengo la iluminación divina de sustituir el colorete por la paleta de cuerpo de Bobby Brown y me queda es-pec-ta-cu-lar. A la fiesta del cole me acompañó Wira y, aunque nos llovió por el camino, escampó lo suficiente como para poder sacar al final a los chicos al patio. Todo un hito este invierno, hay que decirlo. El teatro salió bien, los nenes disfrutaron, las mamás y los papas disfrutaron y los profes nos