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Mostrando entradas de noviembre, 2010

A mamá se le olvida todo

Crisis. No solamente es noticia diaria; desgraciadamente afecta a los más inocentes, a mis niños. La mamá de I, lo sé de buena tinta porque ella misma me lo ha dicho, a veces cobra y a veces no. Así. Vas a trabajar todo un mes y al final pues no ves un duro. Y claro, a la mamá de I le costó comprar los cuadernitos de principios de curso y últimamente se ha vuelto un poco olvidadiza y, sobre todo hacia final de mes, se le olvida echarle la merienda a la nena para el recreo. No solamente se le olvida a ella, sino que hay un par más que sufren de una madre olvidadiza. Para las mamás olvidadizas tengo una reserva en un armario, bajo llave, de zumos y batidos que sobraron de un cumpleaños, donados por un amable padre. Mi madre hoy, apenada por las mamás olvidadizas me ha dado una caja de dulces de navidad de chocolate, para cuando a las mamás de mis niños se les olvide echarles la merienda.

Último lunes de noviembre, esperemos que no nos pase lo de siempre

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La semana pasada cumplí. El jueves me fui a la peluquería y me hice un arreglito de largo y color y también me pasé por Blanco para descartar, como ya me advirtieron en los comentarios, los zapatos rojos por su tacón imposible. Últimamente prefiero invertir en calzado medianamente práctico. Como las botas de agua, que pensé que eran un gasto tonto y ya me las he puesto un montón de veces. Además, me aseguré de poder conducir con ellas así que me vienen genial para el cole porque el sitio donde dejo el coche literalmente se inunda cuando caen dos gotas. En fin, que ya pasó una semana más y estamos finiquitando el mes de noviembre. Ya, antes de que me haya querido dar cuenta estoy empezando a evaluar a mis alumnitos, preparando la navidad y cosas por el estilo. De tiempo genial porque ya vamos terminando el libro previsto para este primer trimestre, así que estupendo. Encima esta semana vendrá con el premio del pedazo de puente que nos vamos a marcar la semana que viene, por lo que

Mi hijo es gay

Soy tutora de una clase de veintiséis niños y niñas de seis años. Enseño a mis nenes idioma, mates, lengua, cono, plástica, a atarse los cordones, a limpiarse la naricilla, a recortar, a cantar muchas canciones y a reirse de uno mismo. Importante, también, enseñar que cada uno es diferente a los demás y que esa es una de las partes buenas de la vida. Tengo niños altos, bajitos, delgaditos y gorditos; charlatanes y calladitos. Y creo, me parece, que tengo un niño gay. Mi niño gay prefiere colorear a las princesas Disney, a la Hello Kitty o a cualquier otra cosa antes que a Ben 10 o a Spiderman. Cuando habla, mueve las manos de una forma muy característica, le encanta enseñarme su ropa y nunca nunca se le escapa cuando llego algo nuevo de ropa o un maquillaje un tanto especial. Cuando el tema del dibujo es libre no faltan las princesas, las sirenas y las hadas. Cuando sale al recreo las niñas son su mejor compañía de juegos, porque los niños "son unos brutos" y no le

Lunes en noviembre, oportunidades para hincarles el diente

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Pues a lo tonto, a lo tonto, ya hemos pasado la mitad del mes, ya ha llegado el fresquete, ha llovido algo y tenemos en las tiendas, como todos los años últimamente, la horrorosa portada de Elle, esta vez con tres chicas ( por si no fuera suficiente una) medio desnudas y cubiertas de cristales.  Lo típico de las fechas, vaya. En breve empezaré con mis niños el momento villancico, felicitaciones y portal de Belén, aunque con un musulmán en la clase a ver cómo me lo monto. Con lo socorridos que son los villancicos a estas edades. Parece que por fin (y no lo diré muy alto), mi salud va mejorando, aunque los últimos antibióticos han atacado a mi piel y tengo un hermoso aunque discreto sarpullido por espalda, pecho y cuello (y se acerca peligrosamente a la cara), lo que me ha hecho pasar un poco del maquillaje estos días atrás. Sigo con mi idea del egoísmo, cosa que me está haciendo estar fenomenal, aunque como ya me dijeron ni rastro de los zapatos rojos. Ya me iré pasando por Blanco

Yo soy así...

Reconozco que a veces, algunas veces, tengo una forma peculiar de abroncar a mis nenes. Como por ejemplo aquella vez que le dije a uno que como no se sentase me lo iba a comer con papas. Pues tengo a otro, mi D, ese al que su madre le pega guantazos, que no se está quieto ni aunque lo ate, le ponga puntos rojos de mal comportamiento ni nada de lo que se me ocurre. Así que hoy,  ronca, desesperada, le he dicho: - ¡Por Dios, D, estate quieto! ¡Que noto cómo me crecen las ojeras mientras te regaño! Lo juro, lo noto.

Soy una princesa Disney

Hoy, nada más entrar en clase, mis alumnos descubren mi afonía. - ¿No puedes hablar? Niego con la cabeza y susurro. No, ni un hilo de voz. - ¡La maestra no puede hablar! - ¡La maestra está sin voz! - ¡La maestra está mudita! -¡¡¡¡Como La Siretina!!!! - Grita I, emocionadísima. En toda clase hay una optimista.

Lunes asqueroso, porque tengo voz de oso

Sí, mi garganta vuelve a hacer de las suyas. Mi voz ha evolucionado hoy de voz de oso a sin voz en las doce horas de curro que han tocado hoy. Yupi. Bien por mí. Y no, no me lo he buscado, es que mi garganta es así de guay.

Resumen de la semana

Después de llegar el lunes de trabajar por la tarde a las nueve menos cuarto de la noche no he sido persona más ninguno de los días, incluso he de decir que los mezclo y no sé bien qué ha pasado cada uno de ellos. Efectivamente, como me decían en un comentario de la entrada anterior, los zapatos rojos de Blanco no han llegado a Huelva, ni los he encontrado por Sevilla, así que o bien entrarán más adelante o va a ser una de esas prendas que no se sabe muy bien si existen o no. Como he dicho, después de la jornada laboral alargada del lunes, me he dedicado a dormir siesta el resto de la semana. Como resultado hoy domingo parezco diez años más joven que cuando llegué el lunes y me derrumbé en el sofá sin presencia de ánimo para ponerme el pijama. En algún momento indeterminado de la semana quedé con mi amiga Wira, rajamos todo lo que tuvimos que rajar, nos dimos cuenta de que la envidia insana tiene que ser muy mala, nos tomamos un zumo-café enfrente del  Sfera y fuimos a conocer la

Lunes ventoso, no seamos generosos

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Egoísmo. Yo antes, ingenua de mí, pensaba que lo que movía el mundo era el amor. Amor a la familia, a los amigos... Muy en plan principio de la peli Love Actually. Pues no, aquí lo que mueve el cotarro es el egoísmo. Yo, yo y yo. Y me he dado cuenta de que estoy rodeada de gente egoísta por todos lados. Egoísta en su trabajo, su tiempo y sus relaciones personales. Y ojo, no me vayan a malentender, eso de ser egoísta tiene su punto pero digo yo que no es plan de que nuestro egoísmo se traduzca en pisotear al de al lado. Pues bien, mi propósito para la semana es ser egoísta. Y voy a empezar hoy mismo no pasando por el aro que me quiere hacer pasar el "compañero vago" para que le ahorre trabajo. Ale, puede que para mí sea también más trabajo pero me va a resultar más satisfactorio. Toma egoísmo. Lo segundo, y con la excusa de la boda, creo que me voy a dedicar a buscar presupuestos por los centros de estética de mi ciudad para ponerme divina de la muerte. Porque sí que

¿Qué está pasando este año?

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Recuerdo que el año pasado,a  finales de octubre, todavía teníamos alguna que otra tarde cálida, de esas en que llevas una chaquetita porque te da cosa estar en octubre e ir en mangas de camisa. Pero este año, al menos por Huelva, a medio día todavía alcanzamos los 25 y los 26 grados.Calor. Vale que por la noche refresca un poco y hemos llegado a bajar, medidos en la capital, hasta los 11 grados, pero tampoco veo yo esas temperaturas muy típicas para este otoño bien entrado. En consecuencia, por las mañanas mis nuevas botas mosqueteras de ¿terciopelo? me parecen muy adecuadas, pero a medio día me arrepiento de no haber tirado de bailarinas, que me hubieran dejado los pies más fresquitos. Para mañana lunes se anuncia temporal de viento , algo de lluvia pero yo lo que quiero es tener claro por la mañana que lo que me tengo que plantar es un jersey, y que a las doce de la mañana no voy a estar sudando como un pollo. Digo yo que no será para siempre, pero se apetece un poquito de fre

El efecto Fairy

Seguro que habéis visto el anuncio de Fairy, el lavaplatos verde antigrasa, en la parte donde se echa una gotita de elemento verde en una sartén grasienta y la grasa se retira como criaturas pacíficas ante los ejércitos de Mordor. Pues bien,en mi clase también hay efecto Fairy. Los padres y madres de mis alumnos insisten en mandármelos a clase en cualquier estado de salud, favorable o desfavorable. Así estoy, que me lo pegan todo y no levanto cabeza. Ni yo ni el resto de niños que están constantemente expuestos a microbios de todo tipo. Vaya, que tengo una reunión el lunes con todos los padres y lo quiero decir, que por favor dejen en casa a los niños si los ven malos, que hay días que tengo que llamar a dos o tres madres a ver si se pueden llevar a un niño que ya por la mañana venía bien malo. El otro día hice una actividad de movimiento en el espacio sin mesas ni sillas que tengo al final de la clase. Pese a que es un espacio decente, es muy escaso para 26 niños de 6 años y la

Mi compañero de "trabajo"

Reconozcámoslo. Los funcionarios tenemos fama de no dar un palo al agua y en algunos casos es una verdad tan grande como una catedral. Sin ir más lejos, tengo como compañero a uno de esos maestros de la vieja escuela que piensan que en su juventud dieron clase suficiente como para que les cunda también a las nuevas generaciones y que llevan toda su vida entrenándose en el arte del escaqueo. Así que van un poco al trabajo a echar el rato y escatimar tiempo para la vida contemplativa. Y, seamos sinceros en esto también, todo esto se hace con el beneplácito de la autoridad. Cuando me destinaron a este colegio ya hubo un amigo que me advirtió del personaje, y he de decir que pese a que no me contaron nada bueno lo que yo puedo contar es peor todavía. Este señor, además, intenta descargarse de tareas bien haciendo mutis por el foro, bien delegándolas en el incauto más cercano, en cuyo caso me hubieran correspondido a mi. Pero da la casualidad de que nueva sí, idiota nones y la provi

Pelea de gatas

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Ser una maestra megafashion de niñas de seis años tiene sus consecuencias. Una de ellas es que las niñas han empezado a lucir collares, pulseras, pañuelos al cuello y diademas a lo Blair Waldorf. Adorable. Otra de las consecuencias es que cuando me pinto las uñas de ciertos tonos hipnotizo al personal femenino cuando muevo las manos y provoco grititos de gusto cuando me pongo mis bailarinas color fucsia. Supongo que tener seis años y tener una maestra que te aparece a las nueve de la mañana pintada como una puerta tiene que molar. Yo no tuve la suerte, todas mis maestras fueron feas. Mucho. Al menos cumplieron su cometido, unas mejor que otras, que es lo que hay que pedir. Hoy, C, se me acerca intrigante a mi mesa mientras intento armar una manualidad que tuve la osadía de proponer la semana pasada y de la cuel me toca la parte de armarla poniéndome los pelos pegajosos de cola. - I tiene una barra de labios, maestra- me sussurra. - Lo sé.- Mientras haga su trabajo me da igual

Ni idea del día que es hoy

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Esta semana comienza, como tantas, del revés. Entre el puente y que en el colegio ponen reuniones por la tarde cuando les da la gana... Pues sí. Pero estoy en un sitio de esos en los que nadie está de acuerdo con nada, pero nadie dice ni mu. Y así nos va. Martes-lunes y deseando acabar la semana. Como muchos, supongo. Encima el Señor X comienza hoy un turno de trabajo en el que vamos a coincidir... ¿Los fines de semana? Y eso con suerte. Genial. Así que hoy, con estas fuerzas que comienzo tocan vaqueros cómodos, All Star, una sudadera de primavera de Blanco y alguna chaqueta encima porque toca guardia de recreo y la mañana se está levantando fresquita. Y saco para el ejemplo estético de hoy a Mandy Moore, una de las "secundarias" de Anatomía de Grey de la temporada anterior y uno de los primeros episodios de esta. A veces menos es más, no porque te eches más potingues o no, sino porque se te notan menos. Cuidadín con las propuestas de labios rotundos para este inviern