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Mostrando entradas de febrero, 2007

Pensamiento centralizado

Cuando me vine a vivir a Canarias una de las cosas que más rápidamente me llamó la atención fue la televisión. Realmente llega a resultar necesario contar con información a nivel regional o local porque, por ejemplo, la predicción del tiempo puede ser tremendamente compleja. No es lo mismo estar al norte, al sur, al este o al oeste de la isla. Tampoco es lo mismo estar en las cumbres, a nivel del mar o en los medios. Así que el "ascenso de temperaturas en Canarias" de telecinco sirve para bien poco cuando vives aquí. Cuando estás en la península sí que sirve, sobre todo para pensar "qué suerte, los jodíos, y yo aquí con la bufanda y el moquillo que se me cae...". Así que entre el aislamiento geográfico, la necesaria atención a las informaciones de tu entorno más inmediato y que no está al alcance de todo el mundo salir cada puente en un avión como locos... pues te encuentras con que hay muchas personas que desconocen cosas muy básicas de aquello que está más allá

La escala de grises y mis niños de apoyo

A veces me da toda la sensación que hay gente que confunde la suerte (buena o mala) con Dios. Cuando naces en una familia acomodada en vez de en una favela brasileña es que Dios lo quiso así, no es que hayas tenido una suerte de narices (porque tal y como es la estadística, eso es tener suerte). Y mira que de ese punto de partida dependen cosas, más de lo que parece a simple vista. Sin ir más lejos, lo veo en mis alumnitos y alumnitas a diario. Y no sólo hablo de familias desestructuradas, o familias estables, sino que veo cómo el carácter de los padres, la forma de relacionarse con los hijos, a cargo de quién están los pequeños... son determinantes en el rendimiento escolar, en el desarrollo psicológico... en todo el futuro de la persona. Así que si estás leyendo esto y tu vida no es una mierda te levantas de delante del ordenador y le das un besito a papá y mamá, porque lo hicieron estupendamente. Tengo a una niña preciosa de 7 años a la que comencé ayudando con lectura y cálculo.

El libro viajero...y culillo de mal asiento

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El que inventó eso de liberar los libros en los parques y las paradas de autobús era un caradura. ¿Quién no ha prestado un libro y no se lo han devuelto? A mi dos. Bueno, recuerdo dos, que dolieron que no veas. Pues el que lo inventó seguro que era aficionadillo a leer de gorra y pensó lo cómodo que sería no tener que ir rapiñando a los amigos, sino directamente rapiñar a todo el mundo. ¿El primero que no me fue devuelto? Lolita , de Nabokov. Me lo compré en la feria del libro del instituto. Y me encantó. Una guarra de cuidado, la tal Lo. Un pelele obseso, Humbert. Lo presté varias veces y, una de ellas, nunca regresó. Sé que tuvo éxito en todas sus lecturas, sin embargo. Me lo regaló, unos años después,alguien que sabía que no me lo habían devuelto, probablemente harto de mis quejas. Y me puso una dedicatoria horrenda (Mira que era cursi el niño, ¿eh?). No tiré el libro años después porque me parece un sacrilegio tirar libros. Es el ejemplar que conservo de Lolita , rojo, en vez del r

Telefonooo, mi casaaaa...

Escribo desde mi casa, desde mi cama. Mi edredón de monstruos de colores del Ikea me esperaba cuando llegué. Mi ordendador de sobremesa sigue pidiendo a gritos un formateo (menos mal que tengo el portátil). Mi sobrina mayor sigue en su etapa adolescente (sospecho que nos quedan años de aguantarla así), la peque con varicela (no podré verla porque yo no la pasé en su día...), mi Espe cariñosita como siempre, y el niño sigue en su línea, pero está más alto. Desde que he llegado he hecho mil cosas: comer coquinas, comer mucho por ahí (verás que vuelvo más gorda), ir de tiendas, ir a la peluquería, ir al dentista, ir al médico (la bronquitis continúa)... Y estoy cansadísima. Y estresadísima. Jueves y viernes iré a Sevilla, a estar con el muchacho, que buenos lotes de carretera se está metiendo entre pecho y espalda para verme. La frase más escuchada por la calle estos días: -Qué de tiempo sin verte, niña-. Pues normal, ¿cómo me vas a ver?. Sigo notando muchísimo frío, aunque ya es algo más

Amooor, amoooor, amoooor

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Esta semana, San Valentín. Mira que tuve mala leche en dejar al novio de aquel entonces un 12 de febrero. Encima le dí su regalo, que lo tenía compradito y todo. Pero bueno, cuando no aguantas más a una persona no la aguantas más y punto. Este San Valentín lo paso sola, de viaje de vuelta en Fuerteventura. Y lo que más me duele de ese día no es que no vaya a ver a mi novio, no. Es perderme el buzón del amor. A la semana y pico de llegar aqui, llamé por teléfono a mi preparadora de oposiciones y me dijo: - Qué, ¿has revolucionado ya al colegio?. Pues mira, más o menos. Porque revolucionados andan. Resulta que me acordé de las cosas que hacíamos en el instituto. Y me acordé de ese San Valentín en que Fernando, el de mi clase, se compinchó con el conserje y llenó tooooodo el instituto (los baños incluídos) de carteles declarando su amor a la novia. Y me acordé del buzón del amor, ése en el que nos enviábamos cartas de amor y la repartían en San Valentín. Pues hemos (he hecho, mi preparado

Volando voy, volando vengo

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Hace cosa de un año aún me quejaba yo: - Ofú, la edad que tengo y no me he montado nunca en un avión. - Hay que ver, que nunca viajo ni voy a ningún lado. Pues mira tu que de tanto quejarme ahora estoy de aquí para allá, como una descastá. El año pasado, desde febrero, comencé a viajar y no he parado. Madrid, Granada dos veces, Málaga, mucho Sevilla (Que aunque lo tenga al lado ir ya es moverse), y muchas islas de Canarias. Ya he hecho noche en La Palma, La Gomera y Tenerife. Mañana me voy tres días a Fuerteventura, a un foro regional de la infancia de promoción de la salud y prevención de drogodependencias. Con cuatro alumnos de sexto curso. La profe que iba a ir con ellos está de baja y claro... me ha tocado. Y no queda ahí la semana: vuelvo el miércoles por la noche y el jueves a las 9 tengo cita en la peluquería porque por la tarde salimos en el coso (la cabalgata de carnavales de aqui). Y no queda ahí la semana: el viernes a las 4 de la tarde pongo rumbo a Huelva para pasar las va