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Mostrando entradas de mayo, 2007

Para el curso que viene...

El otro día en la web del 20 minutos tenían una cutre encuesta donde preguntaban si nos había resultado rentable lo gastado en nuestra formación. A mí sí, aunque sospecho que por ahora mi pobre padre no le ve el avance. Ya estoy haciendo planes para el año que viene y la UNED vuelve a ser mi preferencia. Quizá una asignatura de libre configuración, la de política y otra más de 5º, para Pedagogía, y unido a algún curso de especialista universitario. A ver si tengo suerte y el año que viene estoy trabajando cerca de alguna sede de la UNED.

Si a Arabia tú vas....

El señor que nos daba la charla de Educación para el consumo decía tajantemente: - A Disney deberíamos desterrarlo de las escuelas. Y yo, automáticamente, pensé: - ¿Y a tí qué te ha hecho Winnie the Pooh? Reconozco que llegué tarde a la charla, porque estuve en una reunión en el CEP, pero pienso que aunque hubiera llegado temprano me hubiera dolido igual tamaña ofensa contra mis ídolos, no de la infancia, sino de mi reciente adultez. Y se puso a decirnos este señor que a la sirenita le dicen en la peli que mejor en casa y que eso es un mal modelo de coeducación y bla bla bla. Pensándolo bien, menos mal que Disney cambió el final de la película, porque si llegan a dibujarla como había previsto Andersen a la sirenita más le hubiera valido quedarse bien en el fondo del mar, o pegarse un tiro, que para el caso lo mismo da. Pero también es que era tonta de recibo, ¿eh? Porque mira que no querer matar al creído del príncipe... Nada, y también se metió con El rey león, que no me ofendió tanto

A un mes...

Ha comenzado la cuenta atrás. Ya la angustia me consume, el miedo y la impotencia. No saco tiempo entre trabajar, estudiar, las actividades extras y preparar las clases, hacer la compra, la comida, lavar la ropa en el lavabo, tenderla en el balcón y plancharla... Me faltan horas de sueño y llego agotada a un fin de semana donde lo único que debería hacer es avanzar estudiando. ¿Y para qué? Hace dos años me presenté a las oposiciones muy bien preparada. Hice un muy buen examen y aún así el tribunal me echó para atrás. Al no darme la oportunidad tan siquiera de entrar en las listas me obligó a tomar una serie de decisiones que, entre otras cosas, me han traído a donde estoy ahora mismo. Este año sé que voy peor preparada, que tendré que echarle más morro al asunto. Y voy vacía de esperanzas de resultado positivo alguno. ¿Qué estaré haciendo el año que viene, por estas mismas fechas?

Viendo anatomía de grey

Quiero que resucite Denny. Ya. Pero Ya.

De la escala de grises al arcoiris

Esta mañana me ha amanecido en una parada de guaguas. Lo sumaré en la lista de cosas curiosas y extrañas que he hecho en la vida (Lo de la noche surrealista cuenta, Akli). Y cuando pasas tres cuartos de hora en una parada de guaguas, pasando frío, mucho frío, te da por pensar. Al menos a mí. ¿Dónde estabas el lunes 30 de octubre del 2006, a eso de las 12 de la mañana? Yo en un supermercado. En el Champion. Con mi madre. Y mi madre me decía: coge unos plátanos, pero que sean de Canarias, que son los buenos. Así que a esas horas estaba yo en la zona de frutería mirando los cartelitos de los plátanos. Y pensando: no tiene guasa la mujé esta. O bueno, pensaba en andaluz así que pensaba algo así como "no tié guasa la muhé ehta". Porque yo estaba en las listas, pero como que lo veía todo muy lejos, Mes y medio, dos meses... Y 48 horas más tarde estaba en un avión camino a La Palma. Y esta mañana, durante un rato, estuve de nuevo en ese lunes que se me hace tan lejano, mientras

Viendo desnudas (a veces soy masoca)

Body faja 85 euros. Medias reductoras 20 euros. Darte cuenta que cuando te lo quites seguirás estando gorda no tiene precio. Que después de haberte gastado tamaño dineral en la ropa interior, se te noten las lorzas sobresaliendo del body por la parte de la espalda no es que no tenga precio, es que no tiene nombre.

La lógica del autismo

A veces me paro a pensar que las personas autistas no tienen ningún problema. El problema lo tengo yo, que me complico la vida innnecesariamente. El otro día, en una clase de 2º de Primaria (7 años), "C" (preciosa pelirroja de nariz pecosa y rasgos autistas), tocaba palmas frenéticamente mientras yo intento dar clase. Curiosamente, C da palmas porque imita a J, su gran amigo, también autista. Como aún no domino del todo aquello de la ubicuidad opto por intentar razonar con C para que deje de dar palmas (ya renuncié hace tiempo a razonar con J, al que me limito a agarrar pacientemente). Yo : - C, cariño, no des palmitas. C : - Es que las da él. Y señala a J insistentemente. Yo: ¿ y por que las dé él las tienes que dar tú? C: Sí. Me quedé sin palabras; ¿qué se responde a eso?.

Pompeyo y su culete regordete

Pompeyo y su culete regordete Pompeyo era un niño que se portaba muy mal y cuando se portaba mal su madre le daba azotes en su culete regordete. Así que el culete regordete le decía a Pompeyo: "A ver si te portas mejor, que cuando te portas mal a quien pegan es a mí". Pero Pompeyo seguía portándose mal, así que el culete regordete dijo: "Ya no aguanto más". Y el culete se fue. Al día siguiente Pompeyo fue al colegio, pero no pudo sentarse porque no tenía culete. Por la tarde fue al parque, pero no se pudo columpiar porque no tenía culete. Esa noche Pompeyo lloró muy arrepentido y prometió portarse bien. Y el culete volvió. Fin. Cuento inventado y escrito por Ithaisa, 6 años.

Atasco

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El pasado miércoles pasé mi mañana en la autopista A-49. En un atasco y bajo el diluvio universal. Y, mientras pensaba de forma recurrente y angustiada -"Verás que pierdo el avión"-, muerta de aburrimiento y agradecida en silencio de que mi padre hubiera dejado puesta Cadena 100 en vez de Radiolé, me puse a fijarme en la cantidad de cosas que hace la gente en un atasco. Porque estar en un atasco es tela de aburrido. Y más en plena autopista y lloviendo. Por eso tomé nota mental de todo aquello que hacían mis vecinos: - Hurgarse la nariz. Lo más intuitivo y menos creativo. Curiosamente era lo que menos hacía la gente a mi alrededor. - Arreglarse las uñas. Comportamiento observado en un pijo a bordo de un BMW serie 5... y en varios transportistas rudos y machotes que conducían un camión. Retirar la cutícula, observar las uñas... Ni una sola mujer conductora fue observada realizando esta labor, pero una copiloto estaba ahí dándole a la lima de uñas y todo. Chica precavida vale p