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Mostrando entradas de noviembre, 2009

La cara oculta de Edward...

Menos mal que cosas como esta me hacen olvidar momentáneamente que sigo enferma.

Argh de lunes, qué malita estoy y qué mala cara tengo

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En vista de lo mala, malísima que estoy (necesito un trasplante de garganta, pero que ya) la foto tenía que ser para animar lo inanimable. Así que he escogido un antes y después de Nicola Roberts para empezar la semana. Espero que estéis mejor que yo.

Nuevamente...

Eso de estar toda la semana pasada teniendo que echarme a la boca de vez en cuando una pastillita para la garganta hubiera debido ponerme sobre aviso. También sé que nunca llegué a recuperarme del todo del anterior resfriado. También hubiera debido de llorar de pesar ayer, cuando noté la corriente de aire frío al salir del Ikea. Porque yo en esas cosas no fallo, no. Estoy de nuevo mala con la garganta. De hecho, la tengo tan chunga que la inflamación se extiende hasta la mitad del paladar. Vamos, que hoy me duele hasta el cielo de la boca. ESta semana sí que promete.

¡Shhhhhh! Tenemos un secreto

La tarea más ardua, bien disfrazada de aventura, se convierte en todo un evento para mi alumnado. En estas fechas, como mis niños son unos nenes muy trabajadores, ya hemos terminado de dar todos los temas previstos para el primer trimestre en la asignatura de lengua. Así que he decidido que voy a estar un par de semanas trabajando otros aspectos que se me han quedado un poco atrás, como por ejemplo la expresión escrita. Y es que contestar respuestas más o menos abiertas a ejercicios del libro no me parece un buen ensayo de Escribir, con mayúsculas. Así que les he propuesto que cada uno se invente un cuento navideño, el cual después de corregirlo, mejorarlo y de repetirlo mil veces, será pasado a limpio al ordenador (esta parte les ha encantado) y repartiremos copias de nuestro libro de cuentos navideños al resto de clases del cole, como regalo. Y Ahí está la gracia; no podemos decir nada a los demás. Es un secreto. Así que ahí los veré, trabajando, haciendo un regalo para sus c

El niño tocanarices

Las personas, desde bebés, tienen su propia personalidad y es fácil al ir conociendo al crío ver por dónde va a tirar en la vida. No voy a entrar en el debate eterno de si la personalidad es innata o adquirida, porque seguramente parte y parte, y yo hoy voy a hablar de la parte innata, de esa que aflora desde el nacimiento y que nadie nos enseña. Mi trabajo es, en gran parte, tener contacto con gente; mayormente gente bien jovencita, sí, pero gente con todas las letras y con una personalidad muy marcada. Tanto es así que podríamos hasta etiquetarlos (es un enfoque simplista, lo sé, pero seductor) y así tendríamos al niño llorón, el solitario, el pegón... Y está el niño tocanarices. El niño tocanarices empleará todo el potencial de su inteligencia en sacarte de quicio. No tiene por qué ser un niño, además, inteligente; eso es secundario. Lo que cuenta verdaderamente es el esfuerzo que empleará el crío en que te entren ganas de llorar. Ejemplo práctico de un niño tocanarices, tocán

El enemigo invisible causa una nueva baja...

Hoy, cuando llego al cole, una compañera me advierte canturreando: - Ya está aquíiii, ya la tenemos aquíiiii. La gripe causa la primera baja del profesorado en el cole, niños todavía ni uno. - Uish, pues en el claustro del lunes estuvimos todos "mu apretujaos"- Decimos todos. A media mañana hay cola en la fotocopiadora. Una servidora va cargada de cosas para preparar fichas y nos encontramos todo el mundo allí, así que la charla es inevitable. - Aquí, preparando unas fichas por si caigo mala que quien me sustituya lo tenga todo listo- Es la versión oficial. Cuando termina el recreo decidimos que lo más adecuado en estos momentos es hacer una porra para ver quién adivina el próximo, o la próxima, en caer. Por ahora yo apuesto por mi M, que tenía una tos raaaaara raaara raaaaaaara. (Por cierto, que me río yo de las recomendaciones de higiene en los colegios, porque mi M ha sido incapaz de toser dos veces seguidas encima de un pañuelo desechable)

Enemigo a las puertas

Uish, uish... ¡Que me la veo venir! La gripe A ha entrado en la familia. Mi hermano y mi hermana presentan un cuadro leve de gripe A (leve porque no los vamos a tener que ingresar, que el mal cuerpo no lo quita nadie), así que mi madre anda de mamá gallina pendiente de sus polluelos y polluelitos. A la Hermanísima le ha llevado un caldito esta mañana, porque por todos es sabido lo que reconforta cuando estás malito. Y a mi hermano se lo ha traído a casa a comer, a la misma vez que yo, a la misma mesa que yo... Así que intuyo que a medio día he comido pollo al horno con retrovirus. Mi madre pensaba poco menos que mi hermano tenía que toserme encima (eso de que los virus van por el aire que tantob repiten por la tele fijo que le ha sonado a ciencia ficción de la mala) para que se me pegase algo, así que mañana en el cole voy a ir dejando el planing de los próximos días con las fotocopias hechas y todo, porque como siga comiendo con semejante aderezo estoy segura que me la voy a p

El lunes griposo con antiojeras... ¡Se vuelve hermoso!

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Sí, sí, seguro que más de una (y de uno) se ha levantado esta mañana con muuuuy mala cara. Pues tomemos ejemplo de la señorita de la foto, por todos conocida, y echemos mano del neceser de maquillaje. Esta semana la gripe A me va a acechar, así que espero librarme, aunque con la puntería que me caracteriza lo mismo mi cuerpo se espera justo a las navidades para ponerse bien malo. Yo es que soy así, hasta para ponerme mala lo hago a lo grande. Buen comienzo de semana y ya sabéis... ¡Diez minutos invertidos en tener una buena cara!

Prioridades en la vida

Atención: Este post contiene palabras malsonantes. Pero es que si no las pongo, no contaría los hechos tal y como ocurrieron. Estaba yo, iba a decir dando clase pero no he logrado recordar mucho de eso, así que digo mejor que trabajando, en un colegio de un barrio marginal entre los marginales. Era tan marginal entre los marginales que una vez me vi en la necesidad de pedir un taxi para volver a casa y me dijeron en el teletaxi que nones, que me saliera a la carretera a parar a uno, que allí no entraban. Volvíamos del recreo y me encuentro con la siguiente escena: Una nena es acorralada por los compañeros de clase (entre 6 y 7 años todos) que le gritan, a coro: - ¡Tu madre es una puuuuta, tu madre es una puuuuta! La nena aguanta el tipo sin inmutarse. Como puedo voy haciendo silencio, silencio que aprovecha la niña para dar la ráplica: - Mi madre será una puta, pero yo tengo la Wii y vosotros no. Nadie supo qué contestar a esto.

Día de llantos

Hoy mis nenes tenían los sentimientos a flor de piel. Antes del recreo algunos reían histéricos y ninguno se estaba quieto (extrañamente hoy han trabajado muchísimo) así que se iba mascando el momento de tragedia. Salimos al recreo y hace un viento húmedo muy desagradable. Mis nenes se ponen a jugar a algo parecido al fútbol que incluye un balón y una cuerda. Mal. Me los veo venir. Mi R.D llora desconsoladamente y los demás le rodean. Como sé que es cuestión de tiempo no me muevo hasta que me lo traen. Llora porque D (el del "incidente" aromático de ayer) le ha pegado un mamporro. D le pide perdón a R.D. que se queda penosillo un rato. Mientras, S, uno de segundo me viene llorando también porque L, su compañera de clase, le ha retorcido el brazo. Toca la sirena y en ese momento el balón de fútbol, chutado por mi JM impacta en la cara de D, que se queda un poco igual hasta que se ve la sangre que le chorrea por la nariz y se pone a llorar desconsoladamente. La otra

A los invitados hay que tratarlos bien

Hoy los más peques del cole han ido de excursión. Todos menos dos que me han tocado en suerte, porque soy la maestra más molona de todo el cole. Por tanto hoy nos hemos juntado en mi aula mis nenes habituales (os recuerdo que tengo tercer y cuarto curso mezclados), uno de segundo que es un pelín gamberrete y uno de tres años rubito, regordete y con una naricilla tan pequeña que parecía un pegotillo de plastilina. La primera hora y media genial contra todo pronóstico; el peque coloreando, el mediano haciendo cositas en su librito y el resto concentrados en sus divisiones y multiplicaciones. A las once de la mañana el peque me dice, con razón y en su media lengua, que de seguir haciendo fichas nones, así que le dejo el juego de construcciones. Eso sí que le gusta, porque se pone a hacer torres graaaaaandes, graaandes, que cuando se caen hacen un ruido horroroso. Él se lo pasa bomba y mis alumnos se distraen. Pero como el chico tiene tres años, pues mira... Que por un día tampoco me

Lunes de excesos

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- Tengo la ligera impresión de que me he pasado con el tinte- Pensaba Beyoncé. ¡Buen lunes!

¿Cómo lo combino? Las tribulaciones alrededor de una ¿cazadora? de colores extraños

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La compré por chillona y ochentera, porque me encantó eso de las mangas francesas en una prenda de corte tan deportivo pero... Esos colores han sido un arma de doble filo. ¿Cómo los combino? ¿Con qué prendas? Fashionistas del mundo ¡Aconsejadme! (No, no, tirar la prenda no es opción porque me encanta; sí, tiene un punto hortera, pero me da igual)

Ábrete, sésamo (Visita sabadera al Lefties de Ayamonte)

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Esta mañana, sabiendo que el Señor X no me iba a dar señales de vida hasta tarde decidí coger el coche, poner rumbo a Ayamonte y cotillear el Lefties. Mi madre se me apuntó porque no conocía ese centro comercial ni, por extensión, el Lefties. Cuando llegamos al Lefties todavía se poodía andar por la tienda y estaba medianamente ordenado (¡milagro!), así que pudimos mirar bastante bien toda la tienda. A mi madre se le quedó pronto pequeña. - ¿No hay más?- Me preguntaba. Más pequeña se quedó cuando al rato de estar nosotras vino la avalancha de portugueses. Fijo que el Lefties de Ayamonte es más conocido en Portugal que en esta zona de Huelva. Porque si no no me lo explico. Mi madre se decidió por un chaquetón cortito en visón y yo me traje un vestido de lana y un "cosaextrañadezara" la mar de mono que tenía visto desde el año pasado. Decididamente la sección de tallas sueltas la voy a visitar más a menudo. Cosa extraña, 20 euros, muy abrigadito, por cierto. Vestido de lana en

Al revés, al revés porque ser valiente no es solo cuestión de suerte...

Ahora estoy, ahora no.

Los pelillos de punta

No lo puedo remediar, me gusta U2 desde que tengo uso de razón. ¿Para cuándo un Guitar Hero de U2?

Hoy mi martes tiene pinta de lunes

Hoy, después de toda una noche soñando con Hermione, Nagini y mueblecitos de los Sims (Menuda noche más mal aprovechada; y todo por echar una partidita ayer y releer el último de Harry Potter) me desperté a las siete menos cuarto, media hora antes de que sonara el despertador. Por supuesto, esto me ha dado una alegría que ya me ha animado el día. Ducha corriendo y me seco el pelo distraídamente (porque aún ando dormida); como resultado tengo una maraña a lo Hermione de lo más elegante. Menos mal que el estilismo es ideal de la muerte: Botas altas de Mango sobre medias tupidas negras de 100 der de Calzedonia, falda blanca de vuelo bordada de Massimo Dutti (requeteold), cuello vuelto fino negro de Mango, chupa de cuero negro de Zara y foulard en blanco. Como la falda tiene un poquito de pedrería en plata en el bajo, en un momento de inspiración me he puesto un brazalete plateado tela de ancho. Voy ideal. Hoy tocaba examen de mates. Los de tercero no han tardado ni media hora en terminarl

No le pongas al lunes esa mala cara

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Ya se sabe, despertador diez o quince minutillos antes y a empezar la semana como se merece, que el próximo puente todavía nos queda un poco lejos.

Preparados, listos.... ¡Comienza la maratón!

Cansándome estoy de pensarlo, porque esta semana empieza mi verdadera vida de invierno y parece una maratón. Hasta que no me acostumbre al ritmo sé que me va a costar. Lunes: Jornada intensiva megachuli en el cole, de mañana y tarde. Habrá que subirse a las escaleras y quitar todos los adornos de Halloween que aún quedan. Nota mental: no poner tan altos los adornos de navidad. Martes: Escuela de idiomas bien tempranito, después de comer. Aunque parezca increíble aún no han comenzado las clases, así que supongo que en lo que queda de trimestre nos van a meter mucha caña. Miércoles: Llegan los libros de la UNED. Quizá un cafelito con las amigas... Jueves: de nuevo EOI. Viernes: Aquí sí que no protesto que, como pueda, cae una siesta. Vaya, en resumen, que al trabajo del cole se me va a sumar de pronto todo el tema de estudiar y tal. Yo me lo he buscado.

Es oficial

No quepo en casa de mis padres. Yo sí, pero no con mis cosas. También estoy un poco harta de tener que salir todos los días cuando quiero ver al Señor X. Y de que el señor X tenga que restarse horas de sueño a su vida pluriempleada para echar un rato conmigo en el que al final poco de provecho se hace porque está muerto del cansancio. Definitivamente tener responsabilidades de adulto, tener pareja y vivir en casa de los padres requiere hacer una serie de malabarismos de horarios y organización que empiezan a cargarme. Con lo chulo que es pasar el fin de semana en plan pijama en casa. Y como montar el cuarto de baño y comprar una manta y un edredón es lo que me separa de poder mudarme a mi piso creo que es hora de darse prisa y empezar la mudanza. Vale, tener una mesa de comedor y un par de sillas sería también genial, pero no es imprescindible. tampoco las lámparas. Alguna cortina sí me convendría poner, más que nada porque las habitaciones tienen eco. ¿Alguien sabe dónde puedo encontr

Una oportunidad...

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Me ha salido la oportunidad de ir a pasar el puente de la Constitución a Marrakech... La cordillera del Atlas me llama.

Es peligroso no dormir la siesta

Esta tarde he llegado una hora más tarde de lo habitual porque tenía una reunión, así que al terminar de comer y echar una charla en el mesenger con Pandora contándonos nuestras penas varias me he puesto comodita y he recuperado una idea que me ronda la cabeza desde esta mañana (En realidad me ronda desde hace bastante más pero no le quería hacer mucho caso). Me he puesto manos a la obra y he terminado matriculándome por internet en 4 asignaturas de la UNED , en la carrera de Pedagogía de la cual me quedan pocas asignaturas ya para terminarla. El año promete... Iré mirando por cuánto me van a salir los libros.

Aquellos mocos trajeron estos lodos

En la hora del recreo, mientras degusto unas galletas de cereales y chocolate en la sala de profesores, se me asoma una cabecita que me llama: - ¡Maestraaaa! La cabecita es de un nene de 6 años que, aunque no es mío, necesita de mi atención porque su maestra habitual está malita (más malita que yo y sigue en cama; una servidora se recupera leeentamente). Por cierto, la cabecita sangra copiosamente por la nariz. Cojo una servilleta de papel y le limpio lo que puedo, mientras empiezo a presionar el lateral de la nariz para parar la hemorragia (tal y como me ha dicho El Señor X que haga cuando me pase con un nene). - Pero, ¿Cómo te has hecho esto? ¿Te has dado un golpe? ¿Es que te has caído? Mi lesionado no responde, y me dirije una mirada rara. - ¡¡¡Es que se ha sacado un moco!!!- Responde uno de sus amiguitos, que es fulminado por el lesionado con una mirada de odio. Me aguanto la risa y le pregunto al nene: - Estaba el moco "mu pegaíllo", ¿no? Cabecita sangrante asiente.

¿Para qué hablas? Si no tienes ni idea...

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Lo del título es algo que me pregunto a menudo; y a menudo la persona que habla sin tener ni idea es lo suficientemente cerrada de mente como para que no te merezca la pena contradecirla. Como hoy. Durante la hora del recreo me reuno en la sala de profesores con dos gatos y gatas que tampoco tienen guardia de recreo (cosa que me ha venido estupendamente porque aún me está dando fiebre) y nos ponemos a leer el periódico que hoy incluye un artículo de las obras que se opina que hacen falta en Huelva capital. A los gatos autóctonos se nos une un gato invitado (porque en los coles a menudo hay gente ajena al misma con el que tenemos relación) que degusta una infusión y galletas de chocolate. Como el día va de opinar, suelto: - Pues a lo que deberían meterle mano ya mismo es al paseo marítimo, que tiene cada bache... A lo que gato invitado contesta airadamente: - ¿Y a qué le llamas tú paseo marítimo? - Pues a la calle que se llama así, que va desde la rotonda de Punta, por detrás del Hotel

Argggh de lunes para un martes de principios de semana

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Y es que hay veces que tu estilista se convierte en tu peor enemigo... ¿Dónde están las amigas cuando una piensa en salir así a la calle? Feliz comienzo de semana.

Pues va a ser que toca ir poniéndonos los abrigos...

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Iba siendo hora que bajaran algo las temperaturas y, aunque a mitad de semana nos prometen máximas que quizá lleguen a los 25 grados, las mínimas nocturnas nos van a obligar a sacar los abrigos (genial mi puntería de ponerme enferma justo en el cambio de tiempo) y las botas... Que aunque las botas ya estuvieran estrenadas no quedaba muy bonito eso de botas hasta la rodilla y camiseta de tirantas. Y es que, como dice MEL , el verano ya se estaba alargando de forma sospechosa, y así lo refleja en su viñeta: Cachondeos a parte, ya nos iba tocando, aunque esta será (al menos por el sur) la semana de los resfriados, cuando se salga desabrigadillo y echemos en falta una chaqueta o un jersey. Feliz comienzo del frío, señores.

Mañana, a medio gas

Después del puente con fiebre, dolor de garganta y una visita a urgencias... Tengo la sensación de que esta semana que tengo tan a tope de cosas la voy a llevar a medio gas. Alumnos, alumnas... Esta semana os toca a vosotros leer.

Los peligros de un baño de diseño

El viernes por la noche habíamos quedado para salir con gente del trabajo del Señor X, que está bien eso de relacionarse con gente diferente. La primera conclusión a la que llego es que cuantas más chicas conozco, más echo de menos amigas que he dejado desperdigadas por el mundo. La segunda a la que llego es que la crisis nos ha cambiado mucho y casi se tiene que pedir perdón por tener trabajo. Es que cuando media humanidad está en paro, decir que sí, que tienes trabajo hace que la gente te ponga malas caras. La leche. Curiosamente, y esto es una reflexión que tengo a menudo, la gente que no tiene trabajo sí que tiene dinero para ir de copas y pasar fines de semanas y puentes locos de turismo por España. Está genial. No vas a un restaurante decente pero vuelves pedo todos los sábados a seis o siete euros por Brugal con cola. Muy coherente no lo veo, no. Quitando esto, y después de intentar integrar a una del grupo que se pasó media noche hablando por el móvil (llegué a la conclusión, t