Los niños de mi clase

Este curso doy clase en un aula gigante. El curso pasado mis alumnos pequeños se daban codazos entre esas mesitas medio amontonadas. Este curso tengo más de tres metros entre la última fila de mesas y la pared gigantesca donde caben tres paneles grandes de corcho.

Mi clase tiene cuatro ventanas que nos ahorran lo de encender la luz apenas avanza la mañana y, más allá de la pista de baloncesto, podemos ver un pinar. Y mucho cielo, que es lo que a mi me gusta.

Cada mañana, veintiún pares de ojos me observan mientras doy las instrucciones. Nos estamos adaptando, ellos a mi y yo a ellos. A esos niños extraños a los que no conozco y a los que en apenas una semana he comenzado a coger cariño.

Pero, por los pasillos, echo de menos a Danielito. Y a los demás.

Mi clase pertenece a un colegio situado en una zona a la que la crisis aún no ha llegado del todo. Algunos papás y mamás se empiezan a quedar en paro, cuando otros llevan años en esa situación. Mis niños llevan ropita a la moda, nada les queda pequeño, no falta la merienda en sus mochilas y es normal temer portátil propio e internet en casa. Es absurdo eso de ir a la biblioteca porque papi y mami, al menos de aquí para atrás, han podido comprar todo lo que se nos ocurría. 

Los niños de mi clase hacen actividades extraescolares. Muchas de pago. Fuera del colegio. Practican un deporte en serio o tocan un instrumento musical.

A la hora del recreo, todos los niños de mi clase tienen algo bueno y variado que llevarse a la boca. No parece haber mamás olvidadizas.

Los niños de mi clase han viajado este verano. Han conocido París, Países Bajos y algunos han recalado en El Caribe.

A los niños de mi clase, como digo, apenas les ha rozado la crisis.

Y que dure.

Comentarios

  1. La verdad que si que les dure,y que disfrutes mucho con ellos,besitos.
    De una compradora compulsiva.

    ResponderEliminar
  2. creo que se donde das clases. Bellavista o Corrales? Hay de todo, sobre todo mucha fachada

    ResponderEliminar
  3. Si, qué dure.

    Es una pena pensar en niños-economía, pero es que les influye tantísimo la posición económica de los padres...

    Y no hablo de que los padres sean ricos, sino simplemente que se tenga lo necesario. Como tú dices, un almuerzo en la mochila.

    Que nos dure mucho a los que aun gozamos de un empleo, y que todo se solucione para los demás!!

    Besicos guapa!!

    ResponderEliminar
  4. Qué diferencia de ambiente! La verdad que estarás que no te lo creerás, no por los niños porque al final son niños, sino por el aula, las instalaciones...

    También nosotras echaremos de menos a Danielito...

    Lo de la crisis, esperemos que acabe antes de que les afecte a ellos y a más gente.

    Un besazo

    ResponderEliminar
  5. Ya te digo si les coges cariño!
    Yo empiezo mi quinto curso en el mismo cole y no veas los recibimientos! Estos son los auténticos privilegios de los maestros.

    Buen curso y que te vaya muy bien con tus niños ;)

    ResponderEliminar
  6. Qué afortunados, la única pena es que ellos no saben que lo son y no lo valorarán. Ojalá tus antiguos alumnos puedan tener pronto todo lo que a estos no les ha faltado.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario