Echando la vista atrás, para mirar hacia adelante

En el instituto estuve unos cuantos años, los que pasa todo el mundo y uno de regalo. Sin embargo de lo que tengo realmente recuerdos, de esos de conversaciones completas, de la ropa que llevaba cada uno y tal, es de mi segundo de BUP. Ese curso que aprobé completo y por el que me regalaron la Gameboy y me pasé el Supermario.

En segundo de BUP había conmigo varias chicas, a cada cual más extraña. Porque extraño es ver cómo la vida te lleva en direcciones totalmente diferentes aunque se tenga un pasado común.

Una de esas chicas, a la que admiraba simplemente por su melena rojo fuego, ha terminado vendiendo ropa interior en unos grandes almacenes. Y ayer mismo me crucé con una chica, con nombre de virgen peruana, que era lo más de lo más de la generación X del instituto (¿solamente yo me acuerdo del Grunge, del Reallity bites y de los 4 non blondes?) con su melena y su minifalda de Mango y se ha convertido en madre de familia numerosa y mujer florero que pasea su felicidad tradicional por la calle Concepción.

Me acuerdo de una chica que me descubrió el secreto de llevar los vaqueros bien apretados. Porque os recuerdo que en la década de los '90 la lycra no había llegado a los 501. Ella me dijo eso de "en cuanto se estiran un poco los lavo de nuevo", con lo que a partir de ese momento tuve la lucha con mi madre de echar a lavar los vaqueros cada tres días y que ella dijese que no estaban sucios.

Esta chica, la del secreto de los vaqueros apretancaos, tenía una estructura corporal curiosa. De cintura para arriba era una niña muy mona y menudita, pero bajando de la cintura unas piernas y caderas de matrona de novela de Isabel Allende la acompañaban por los pasillos del Instituto, para su vergüenza y regocijo de los adolescentes deseosos de ver carne. Medir cerca del metro setenta la salvaban de parecer un barrilete.

Hoy en día no sé absolutamente nada de ella, y temo que haya sido de las que el tiempo vuelve irreconocibles aunque el Facebook me la haya puesto a tiro.

Hoy, en el banco, me he acordado de ella porque he vuelto a encontrarme con una persona de esas en las que la naturaleza ha sido cruel y le han dado una fisiología de cintura para arriba y otra opuestamente diferente de ahí para abajo. Hoy, como iba diciendo, me fijo en la chica que estaban atendiendo en la ventanilla, con un maravilloso abrigo corto en azul marino, de paño con un adorno dorado en la cintura. Miro para abajo y, donde deberían haber estado sus rodillas me encuentro un culo. Un culo bajo y redondito de persona obesa seguido de dos piernecitas muy cortas.

Y me he acordado porque en aquella época, a los quince años, tenía muy claro qué era lo que me gustaba en la vida así que uno de mis propósitos de año nuevo va a ser retomar en lo posible ese camino que en su momento tuve tan claro y que entre brumas se perdió.

Comentarios

  1. Pues yo la verdad es que lo que quería a los 15 años, a estas alturas, me parece una tontería. Supongo que no tenía las cosas tan claras como tú.
    Un beso y que consigas este propósito!

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  2. Pues a por ella y a disfrutar del 2012 todo lo que sea posible, un besito enorme mi niña.

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  3. Si no es una pregunta indiscreta, ¿qué camino es ése? Espero que lo retomes con éxito.

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  4. Tu siempre consigues aquello que te propones, seguro que esto también. ¡Feliz entrada de año! Besos.

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  5. Eso mismo lo he vivido yo decenas de veces y me ha dado mucho que pensar. Recuerdo a la rubia empollona repelente que se iba a comer el mundo, ahora es una hippy que vive en algun pueblo perdido de Alemania mientras que la gorda que repitio curso dos veces y a la que los profes ignoraban es jefa de departamento en un istituto en la que, para mi, es la ciudad mas bonita de España.

    Besos y Feliz 2012.

    L.F.

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  6. Yuna, pues a mi me da la sensación de que en aquella época tenía muy claro un camino en la vida y que, por dejarme llevar, "ser buena" e ir a asegurarme el futuro dejé de lado muchas cosas que me hubieran hecho feliz. Ojo, que soy bastante feliz y me siento muy realizada, pero todo se puede mejorar.

    Gracias, En las nubes, otro besito para ti.

    Anónimo, secreto secretísimo, pero es un objetivo a largo plazo.

    Lina, si consiguiera sacar adelante esto... ¡uno de los sueños de mi vida!

    L.F. Es curioso cómo, a veces, lo que prometemos en la primera juventud no tiene nada que ver con lo que se es en la adultez.

    Un besote.

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  7. Hola Lileth!
    He visto un enlace tuyo en una de las entradas de mi blog y me ha picado la curiosidad.
    La verdad es que escribes de maravilla! a veces ocurre que la vida cambia tanto a las personas que casi se vuelven irreconocibles (y eso puede ocurrir tanto en la fisionomía como en cualquier otro aspecto que antes te resultaba encantador -o no!, jaja-. A mi me resulta curioso haber entablado amistad ahora con gente que en la facultad me pasaba más desapercibida. Probablemente estaba yo en otras cosas por aquel entonces...Tal vez esa chica de las caderas enormes y los vaqueros no haya cambiado mucho, o si, pero seguro que le hace ilusión verte en face, jaja!
    Te animo muchísimo a luchar por esa meta que te planteaste! A mi de pequeña me gustaban muchas cosas (de hecho, curiosamente en mi post de hoy hablo precisamente de eso, jaja), pero siempre tuve clara mi profesión (o mi ámbito) y la vida me ha brindado todas las posibilidades para ello. De modo que lucha y tómatelo con ilusión, que es como se consiguen de verdad las cosas. Y de paso, informa de ello cuando se haga realidad, ok?
    Te sigo la pista.
    Un beso enorme.

    Ro

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