Poniendo etiquetas: Los niños de nuestras aulas Vol. I

Mi trabajo consiste en su mayor parte en trabajar con personas. Pequeñas, de corta edad, pero personas al fin y al cabo, con las mismas particularidades que un adulto, con unas aficiones y personalidad muy marcadas.

Por eso, y porque me encanta poner etiquetas en plan guasón, inicio esta serie clasificando los tipos de niños que me he encontrado en las aulas en mi recorrido por los colegios canarios y andaluces. Y ojo, parto de que estoy haciendo una clasificación totalmente subjetiva y centrada en ciertos rasgos y, como ocurre con cualquier persona, los niños son personajillos complejos y normalmente adorables. Normalmente...

Los niños de nuestras aulas

- El guarreta: Este niño es capaz de llegar perfumadito, limpito y hecho un pincel al cole. Antes de las diez habrá conseguido dar un asco tremendo a todo aquel que se acerque. Sus mocos cuelgan y lucen resecos en la manga de su jersey, pese a que le has facilitado toallitas y hay pañuelos a su alcance. Si estornuda o tose lo hará sobre alguien, preferentemente sobre la maestra. Se meterá el dedo en la nariz hasta que le salga sangre y así el aliento terminará oliendo fatal.

- El invisible: Si no pasas lista sabrás que falta alguien porque ves una mesa vacía. Este niño es tan callado, tan bueno y discreto que te pasará totalmente desapercibido. Te olvidas de que está y eso, al pobre, le supone una desventaja. Está destinado a ser invisible el resto de su vida.

- El charlatán: No notas lo estresante que es hasta que un día falta y te ves en la gloria. Es como poner una radio a un volumen alto durante cinco horas. Siempre, siempre, tendrá algo que decir y es que el pobre no puede controlar su lengua. No lo hace con maldad, simplemente es así. Provoca jaquecas en la maestra y los compañeros que tiene más cerca que vendrán a quejarse de que el charlatán los tiene amargados con tanto hablar. Las maestras aprendemos a ignorarlo la mayor parte del tiempo con el objetivo de preservar nuestra salud mental.

- El guiri: Son hijos de ingleses, daneses y similares que un día decidieron emigrar a tierras más cálidas, viven en el campo y cultivan sus propias frutas y verduras. Estos niños suelen venir más sucios que el resto y suelen ser más felices que todos los demás juntos; generalmente son inteligentes y estudiosos. Son rubios, espigados, atléticos y muy monos. Los padres suelen colaborar con todo lo del cole de muy buena gana, así que son una joya tanto los papás, como los niños.

- El piojoso: Será que vive con animales, será que su madre y su padre pasan, será que tiene una cabecita declarada de interés turístico... El caso es que si alguien ha de tener piojos es él y es que normalmente tampoco tiene la culpa el chiquillo porque simplemente los bichillos tienen una preferencia especial por él.

- El mudo: No habla. Punto. Pasarán meses hasta que coja confianza contigo para decirte algo y en ese caso lo hará en voz muy baja. Por regla general esto pasa por timidez pero también existen personas calladas, y eso se nota desde pequeños. Si habla, es posible que te sorprenda con un vocabulario tan avanzado para su edad que la que te quedes muda seas tú.

- El vago: Hay gente vaga. Es un hecho. Y el niño vago usará toda su inventiva infantil para no hacer absolutamente nada. La maestra lo intentará de todoas formas: por las buenas, por las malas, llamando a los padres, sobornando al niño, y castigándolo de las más imaginativas formas. Nada vale. El niño no hará nada y la maestra se debatirá entre el "yo paso" y el "me siento culpable pensando si hay algo más que esté en mi mano". Pero objetivamente si el niño no lo quiere hacer no lo hace.

Próximamente más.

Comentarios

  1. jajaja. Con alguna definición me ha venido a la cabeza algún primo, hijo de amigos... jajaja
    El charlatán tiene nombre!! (y cuando era pequeña era el mio, jejeje) :D
    Mi profe Carlos se debatía entre dos apodos "Falabarato" adjetivo muy gallego que vendría a ser "habla barato" y Speedy González, porque quería ser siempre la primer en acabar los deberes, y claro, siempre cometía errores tontos por no detenerme :p

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  2. Yo siempre he sido la muda xD No habría la boca porque me daba mucha vergüenza, aunque siempre sacaba muy buenas notas xD

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  3. Muy bueno!!

    En mi casa tengo a "la muda", pasaron meses hasta que la seño oyó su voz. Ahora que habla la tiene tan cautivada que la mujercica no quiere más que estar con ella (sí, la seño con la niña, la admira!!) jiji!!

    Luego tengo a "la burra", tiene dos años pero si quiere trasladar el caballito no lo arrastra, lo levanta en vilo. Y cuando las llevo a una juguetería a elegir premio, la mayor elige princesas, y la peque, a "barrancas", eh? esas también merecen apartado aparte!!

    Perdón por el tostón!

    Besitos...

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  4. Jajajajajaja! Qué bueno! Lo has clavao xD

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  5. Jajajaja, muy divertida la entrada, es que estos niños...tenemos de todo.

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  6. Trabajar con niños debe ser genial. Para mí siempre serán como pequeñas personas borrachas, porque sueltan todo lo que quieren y a veces son un poco descoordinados, pero hacen feliz! ^^

    PS: Me ha gustado el post de pequeña I, mucho!

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