Sopitas de mamá

Anoche, durante la cena, comencé a notarme por el lado izquierdo de la garganta esa sensación extraña de sequedad tan típica antes de caer enfermo.

- Puffff- pensé-a ver si consigo cortarlo.

Cuando me lavé los dientes me da por mirarme y ahí estaba, redondita y estilosa, la tía: una placa de pus en toda la amígdala izquierda.

A las 4 de la mañana me despertó el dolor de garganta.

- Pues no lo he cortado, no.

No me quedaba otra que ir a ver a mi médico esta mañana. Mamálileth me acompaña, aunque sale huyendo cuando ve que tengo a 12 personas por delante.

Cuando se va, me veo escoltada por dos señoras maduras, una que mira mi mini Elle de reojo (ese de la portada rosa) cada vez que paso la página y que tiene un ojo rojo, como si le hubiese salpicado salsa de tabasco y otra con un abrigo beig y una tos perruna.

Ambas se ponen a hablar entre ellas acerca de quién va antes, quién luego y diciendo que ni de coña dejan entrar a quien se le haya pasado su turno.

Yo, que me aprendí bien de pequeña eso de no hablar con desconocidos y que me duele la garganta como para llorar, no abro la boca. Aun así me preguntan que qué número llevo.

- Ah, pues como faltan el 8, el 10 y el 13, ya mismo te toca- me dicen.

Siguen hablando y la señora del ojo rojo (el ojo se alza rojo, esta noche se ha vertido sangre) (inciso fruto de la fiebrecilla que sufro) dice que a ella le gustaría también estar por ahí, de compras o tomando café pero que está guardando su turno.

- No estará usted tan mala, señora- Me entran ganas de decir, porque yo no tengo ganas de estar de paseo, ni tomando café... Ni siquiera de rebajas.

Nada más entrar, como llevo cara de lunes, lunes sin maquillar y parezco un "arg de lunes" mi médico me dice lo obvio:

- Te veo muy pálida, voy a mandarte una analítica.

Luego, tras explorarme varios orificios, me dice unas cosas muy desagradables acerca de pus y mocos. Garabatea el nombre de unos brevajes y me despide hasta el día que veamos la analítica.

Cuando llego a casa de mi madre el olor a puchero es lo mejor del día. Cuando se está malo, ¿qué hay mejor que la sopita de mamá?

Comentarios

  1. Pues que no sea mucho, y se te pase pronto.

    un beso.

    ResponderEliminar
  2. Pues anda que ponerse mala con este tiempo... No salgas de casa porque puedes morir en el intento, no sé por Huelva, pero por aquí hace un frío de los coj****.

    Suerte para que se te pase ptonto, víciate a los sims un rato mientras estás en la cama xD

    ResponderEliminar
  3. Ufff que mala son las anguinas! Me tirado medio mes de Diciembre con ellas..... Esas placas de pus, se instalan en tu garganta y las jodias no se van...!

    Mejorate! Besos

    ResponderEliminar
  4. Pues no, no hay nada mejor... de hecho aunque estoy casada mi mami me hace sopitas y me las congela, siempre tengo en el congelador.

    Espero que te pongas pronto buena.

    Salu2.

    ResponderEliminar
  5. Espero que el caldito te haya ayudado a recuperarte, aunque sea un poquito.
    Cuidate y que te cuiden.
    Un besazo, A.

    ResponderEliminar
  6. Lo primero de todo, que te mejores. Para mi, hay algo mejor que la sopita de mamá, la sopita de papá. En mi caso es así.
    Siento en el alma tu rato en la sala de espera, yo también lo odio. Cuando estás enferma lo que menos te apetece es hablar, y si metes baza tú pase, pero que un completo desconocido se dirija a ti para preguntarte una chorrada como un piano de grande.... simplemente lo odio.

    Una vez más mejórate, saludos

    ResponderEliminar
  7. No hay nada mejor, yo que me he pasado 8 años lejos de casita ahora valoro mucho lo que hace una mami, mejorate, recuperate. Yo tambien he estado fatal y aun sigo, maldito dolor de garganta, que puñetero es!!!

    ResponderEliminar
  8. Niña espero que te mejores prontito. Las "seños" tenemos que cuidarnos mucho la garganta.

    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Desde luego que las sopitas de mamá son lo mejor.

    ¡Que te mejores!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario