Aquellos mocos trajeron estos lodos

En la hora del recreo, mientras degusto unas galletas de cereales y chocolate en la sala de profesores, se me asoma una cabecita que me llama:

- ¡Maestraaaa!

La cabecita es de un nene de 6 años que, aunque no es mío, necesita de mi atención porque su maestra habitual está malita (más malita que yo y sigue en cama; una servidora se recupera leeentamente).

Por cierto, la cabecita sangra copiosamente por la nariz.

Cojo una servilleta de papel y le limpio lo que puedo, mientras empiezo a presionar el lateral de la nariz para parar la hemorragia (tal y como me ha dicho El Señor X que haga cuando me pase con un nene).

- Pero, ¿Cómo te has hecho esto? ¿Te has dado un golpe? ¿Es que te has caído?

Mi lesionado no responde, y me dirije una mirada rara.

- ¡¡¡Es que se ha sacado un moco!!!- Responde uno de sus amiguitos, que es fulminado por el lesionado con una mirada de odio.

Me aguanto la risa y le pregunto al nene:

- Estaba el moco "mu pegaíllo", ¿no?

Cabecita sangrante asiente.

Comentarios

  1. Aaaaay estos niñooo jajaj, pero madre mía .. vaya desastre se hizo en la naricilla buscando un moquillo jejje, y encima el amigo lo delata, pobrecillo jeje

    :D

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  2. Puf, yo una vez me saqué un moco de estos "pegaitos" en un examen. Me empezó a sangrar la nariz y no podía parar. Me metí un clinex enrollado en la nariz y así me quedé hasta que se paró. No veas el careto del profe...

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  3. Ese moco estaba ejerciendo la labor de tapón, evitando que saliera la sangre y claro al quitarlo pues la sangre empezó a salir pa fuera.

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  4. Jajajaja, que gracioso el niño!!!

    Pues no te creas, cuando yo era pequeña sangraba mucho por la nariz, sin sacarme mocos, sin caerme... por el tiempo decían que era...

    un beso Lileth y que te mejores.

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