Mentiras

De entre los pecados y pecadillos, la mentira ajena es lo único que no logro soportar. Mentiras piadosas o medias verdades, todas entran en mi saco de pecados capitales.

¡Ay de aquel al que pille mintiéndome!

A, por listo, se ha llevado el castigo de su vida:

Para las vacaciones de Semana Santa he mandado a todos mis alumnos una fácil tarea: leer un libro. Un libro que ellos han ayudado a escoger, adecuado a su edad, nivel y gustos, de entre los de la biblioteca de aula.

J se empeñó en leer una obra de teatro de Lorca...
A se atrevió con El pequeño Nicolás...
M leyó Crepúsculo con avidez (no estaba en la biblioteca de aula, pero se lo presté con gusto de la mía...)

Y como A no vino, le hice llegar a través de su prima Renco y sus amigos, un libro de Barco de Vapor que yo misma degusté de niña. Lo escogí porque los valores presentes en el libro (cooperación, amistad, compañerismo...) no están muy presentes en el comportamiento cotidiano de A.

Hoy llamo a A para que me haga el resumen oral del libro y pueda ponerle nota.

- A ver A, ¿te ha gustado el libro?- Pregunto, con una sonrisa.
A mueve la cabeza afirmativamente.
- Cuéntame de qué trata el libro.
- Va de un niño que se llama Renco.
- ¿Y?- le animo a seguir.
- Y tiene amigos.
- Claro, se llama Renco y sus amigos. Yo quiero que me cuentes qué le pasa a Renco.
- Es que no me acuerdo.
- ¿No te acuerdas de lo que pasa en el libro?
- No.
Lo miro con la ceja levantada y me empieza a oler fatal.
- Cuéntame por qué se llama Renco.
- Se lo pusieron sus padres.

Aquí es donde el olor a mentira me da una bofetada, porque Renco es un mote y el prota es huérfano.

- ¿Y qué más?
- Sale gente vestida así, como de negro- Señala la portada del libro.
- ¿Y qué más?
- No recuerdo, de lo que más me acuerdo es del principio.
- Claro, porque te has leído el principio y no te has leído más.
A enrojece.
- A ver, clase, prestadme atención- Pido en voz alta- Aquí el amigo A, que como vosotros tenía de deberes de Semana Santa la lectura de un libro, dice que no se acuerda del libro, solamente del principio, pero extrañamente todos y cada uno de los detalles del resto se han borrado de su memoria. Yo tengo una sospecha, ¿Cuál es la vuestra?
- ¡Que no se lo ha leído!- Responden a coro.
- Pues eso, A, que tienes un cero. Toma el libro y hazme un resumen escrito por capítulos y me lo tienes que entregar antes de final de mayo, o te quedas sin la excursión a Madrid.


No aguanto a los mentirosos.

Comentarios

  1. jejeje como son los chavales...tienes que tener una maciencia, descomunal!

    Animo con ellos!

    besotes

    ResponderEliminar
  2. Dios..que susto habrá pasado el chaval..pero se coge antes aunmentiroso que a un cojo..Paciencia seño!!!

    ResponderEliminar
  3. Ayy que ver tan pequeños y tan mentirosos ya !!
    Muy bien por el castigo !!
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Qué morro! Y luego dicen que no se pueden poner ceros...

    ResponderEliminar
  5. Ufff!!
    Mira que ahora me leo los libros como churros. Pero odiaba en el cole que me los impusieran. Eso si, si no me los leía lo decía, no me inventaba un rollo macabeo como A.
    Aunque ahora he de agradecer a mis profesor@s que me obligaran a leer porque de esa forma descubrí las maravillas que se encuentran en los libros. Gracias!

    ResponderEliminar
  6. Ese se acuerda de tí para lo que le queda de existencia :)

    Besotes.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario