Atardecer en El Cruce
Estaba bajando la marea y apenas había olas. Las anguilas de orilla se remojaban en las charcas y las algas se secaban con la brisa que, ya al caer la tarde, se estaba tornando fresca. El olor a mar y a algas frescas impregnaba el aire prometiendo un recuerdo agradable que durase todo el invierno.
Cuando el Señor X volvía del agua, aletas en mano, me dice:
- Las algas resbalan.
Toma poesía...
Primero !!
ResponderEliminarNo me quiero ni imaginar como se dió cuenta el Sr. X de que las algas resbalaban. ¿No lo viste caer?
Afortunadamente, parece que no llegó a caer...
ResponderEliminarLa foto muy chula, la descripción tada muy acertada excepto el olor a algas que a mi no se me antoja del todo agradable. Pobre señor X seguro que resbalo, y solo te quiso evitar el peligro.
ResponderEliminarSí seguro que sólo quería avisarte... la foto preciosa.
ResponderEliminarNo es necesario pagar un pastón por darte un baño de algas. Tan sólo con venir a la playa del cruce puedes darte uno gratis total. Por si no fuera poco con el sol, el mar, la arena...encima baño de algas, jeje.
ResponderEliminarEn eso hay veces que son especialistas, en jorobar un momento "especial"
ResponderEliminarHombres...