Juro que me las puse por decentes. Y es que es algo que solemos hacer las mujeres. Si vamos al médico, escogemos con cuidado las bragas que llevamos. Por si acaso. Aunque vayamos al ginecólogo y sepamos que las bragas no las ve ni la enfermera. Pues a mi me dolía la pierna. Un dolor agudo detrás de la rodilla. Apenas podía andar y la noche la había pasado de perros por lo mismo. Pensé que era de forzar la postura estudiando. Ayer estuve lo menos 9 horas, casi sin moverme, así que veía normal que algo me doliera. Pero cuando intenté esta mañana ponerme de pie... mal. Mi novio me animó firmemente a irme al médico. Así que me aseé, elegí con cuidado una ropa interior decente y cómoda, limpita y lo más nueva posible, el chándal encima (por eso de ir sueltecita para que me reconozcan la pierna) y con Natalia al médico (Gracias, tía). El médico me reconoce la pierna y opina que de trombos nada, que lo mismo el tendón... (Amos, que no tiene ni idea). Así que me va a poner un inyectable de vol