Cualquier día me parten la cara

Tengo una amiga a la que veo muy poco. Pero es amiga de esa que te llama y lloráis juntas contando las penas. Ese es el nivel.

Comparto con mi amiga la desgracia de contar con una lengua viperina que, en ocasiones, va por otro lado aparte de lo que el sentido común dicta.

Tal es así que una de sus frases es:

- Lileth, cualquier día voy a soltar una que me van a partir la cara.

Pues hoy, entegando las notas en el cole la he tenido todo el rato en mente porque, además de que mi amiga también estaba hoy repartiendo notas a un colegio a muchos kilómetros de distancia, he pensado que un día de estos alguien va a tomarse a mal lo que le suelte y me va a partir la cara.

En mi cole se intentan hacer las cosas bien. Y mandamos nota a papi y mami para que sepan todo lo concerniente a lo que les interesa del cole. Por ejemplo, hace una semana justa se repartió un papelito donde se decía que hoy, de tal a tal hora, vamos a repartir suspensos como panes (las notas).

Además de eso, teniendo en cuenta que sé que algunos de mis papis y mamis trabajan a turnos, hace dos semana los nenes apuntaron en su agenda que hoy, de tal a tal hora, se reparten suspensos como panes.

Pues bien. Hoy, repito, HOY, me vienen como cuatro niños diciéndome que dice su madre que de tal hora a tal hora que no pueden. Que si puede ser antes (manda cojones).

- Que dice mi madre que a ella le viene bien a las tres y cuarto.
- Ya, cuando te recoge a ti del comedor.
- Claro.
- Pues dile que sí, que se venga a las tres y cuarto y me traiga un tupper con la comida... ¡Porque las maestras comemos! ¿Sabes? ¿O es que se cree tu madre que las maestras nacemos por las mañanas del parterre de la puerta?

Los niños, que ya me conocen, se parten.

Ante tantas peticiones digo que empiezo a repartir notas veinte minutos antes de la hora prevista. Y comienzo la mañana.

A las dos menos cinco, antes de tocar el timbre, se abre una de las puertas de la clase y me entra una madre. Tal cual. Con dos cojones.

Y con dos cojones la corto, la hago salir y le digo que se espere. Luego me quejo del hijo, que bastante debe tener.

- Que mira, que a las cuatro no puedo, que entro a trabajar.
- Ah, ¿estás trabajando? No lo sabía (mentira que es, os lo digo yo).
- Sí, y lo de las notas... Que es que el niño me lo dijo anoche.
- Ya, pues avisamos hace una semana por papel y hace dos por agenda.
- Uish, es que yo no le miro estas cosas.
- Ya me he dado cuenta.
- Ya, y las notas...
- Toma que te las de y santas pascuas.

(Se las doy en mano y le digo que la única queja es que el niño no trae jamás de los jamases los deberes hechos)

- ¿Cóoooooomo? Pues yo no me he enterado.
- Ya, si no miras la agenda, ni me coges el teléfono... Porque desde septiembre te he citado a tutoría cuatro veces. Y el niño ha llevado al menos una notita a la semana por la falta continuada de deberes.
- Vaya, es que por las tardes está con su padre y si él no mira la agenda...
- Pues mírasela tú, que el niño es de los dos.

Al final, ¿quién se llevó la bronca? El niño, claro.


Vuelvo al colegio a las tres y media de la tarde. Comenzábamos a las cuatro y me encuentro con que eso parece un servicio de urgencias en Nochebuena.

Me entra un padre, que tiene a su hijo igual que si lo hubiese abandonado. El chaval tiene una mente privilegiada y saca notazas.

- Ah, mira qué bien- Me dice la alegría de la huerta.- Porque la verdad es que no estoy mucho encima.
- No, si eso ya se nota.

Cualquier día me parten la cara.

Me entra una señora famosa por su morro torero, por su caradura, por lo pesada que es...El año pasado se hizo la tonta y cuando la mami responsable hizo recuento resultó que esta chica no había pagado veinte eurillos que habíamos puesto de cooperativa para los materiales de plástica y demás. Conseguimos que los pagase en este curso. En octubre.

- Mira, yo antes que nada te quería comentar una cosa.
- Dime.
- Que es que mi niña se ha quedado muy parada cuando no le habéis dado X cosa de lo de la cooperativa. Y mi niña se ha sentido súper mal, ¿sabes? y yo quería saber qué ha pasado porque no me ha parecido bien.
- Ains, es que eso lo repartió fulanita, espera que mire el listado... Uish, es que no me consta aquí que le hayáis pagado a la mami responsable.
- Lo hice.
- Pues se le habrá pasado apuntarte, ¿Cuándo fue?
- Hija, de lo que me llamaste, los veinte euros.
- Emmm, es que eso era de lo del año pasado, lo de este año no.
- Pero como lo he pagado este año...
- Con tu pago y el remanente del año pasado se ha comprado TODO el material para comenzar este año. Que si no nos plantábamos en noviembre sin materiales de plástica.
- Pues eso, que ya pagué este año.
- No, tú has pagado lo del año pasado este año, ¿o tu niña no tuvo materiales el año pasado? Claaaaro, porque los demás sí que lo habían pagado.
- Ya, es que ¿sabes? que ahora me quedo en paro...
- Mujer, eso es otra cosa, pero no me digas que has pagado una cosa que no, que me parece muy fuerte que me vengas pidiendo explicaciones de que a tu hija no se le ha dado el material X...  El material X vale 23 euros, así que negocio redondo que hubiera sido.

Cualquier día me parten la cara.

Y luego me vino la madre que parece que te quiere contar algo... Pero da rodeos, da rodeos, da rodeos... Hasta que le tengo que soltar:

- Bueno, que ya se lo he dicho, que todo sobres y notables, que la niña muy buena, que me deje pasar al siguiente que yo a las seis me marcho y como no tenga repartido todo voy a tener que dar las notas tirándolas al aire, como los Reyes Magos con los caramelos en la cabalgata, haga el favor...

A esto me entra un señor, sonriente, se viene directo hacia mi, me agarra por los brazos y me planta dos besos.

- Emmm, ¿Le conozco?
- No, no... Soy el padre de fulanito.
- Ah, qué susto, creí que era un acosador.

Cualquier día me parten la cara.

La última mami (inserten aquí veintitantas familias agradables y amables que son la verdadera tónica de mi clase) me deja patidifusa con su petición:

- ¿Le puedo dejar a mi hijo en la pizarra un mensaje escrito para que lo vea mañana?
- Emmm... ¿Vale?

Y va y lo escribe. Yo le corrijo una falta de ortografía.

Cualquier día, van y me parten la cara.

Comentarios

  1. Jajajajaj qué grande eres!!! Yo creo que acabaré siendo como tú. A día de hoy ya hay momentos en los que pienso "vaya tortazo que me va a caer...". Una pena no haberte tenido como maestra hubiera disfrutado mucho mi experiencia como alumna jeje.

    ResponderEliminar
  2. Jajaja. Eres la leche. A mí cualquier día también me parten la cara, pero no los padres, ni los adolescentes hormonados que tengo como alumnos. Los profesores. Algunos profesores, que me tienen harta, y que solo ven lo negro, y que tratan a los chavales mal. Con eso no puedo. No puedo y un día la vamos a tener...

    Besos. Y felices vacaciones, guapa.

    ResponderEliminar
  3. Pues sí, es necesario tener un par de C------ bien plantados, no sólo para decirles eso a la cara (Imagino que lo harás con la mayor asertividad posible) sino para atreverte a escribirlo aquí, así, tan literal...
    Tenlo claro...Lileth, tal vez no te partan la cara...pero no van a brindar a tu salud esta nochebuena...jajajajaja

    Me encanta leerte...Me río mucho contigo...

    Gracias.

    ResponderEliminar
  4. Si, efectivamente. Cualquier día te la parten.

    Al menos van todas las familias. Cuando yo iba al colegio, siempre iban las mismas madres, las de los que sacábamos buenas notas y nos portábamos genial. Y mi profesora siempre decía que los que realmente tendrían que estar nunca iban y al final les daban las notas a los niños con un papel para que lo trajeran firmados como que se las habían dado a sus padres... Me imagino que la dejadez es siempre.

    ResponderEliminar
  5. Madre mía, Lileeeethhhh JAJAJAJA. La verdad es que tienes que ver DE TODO. Pero de todo. Aunque oye, bien tu afirmación de que la tónica son familias agradables y amables.

    A mí lo que me deja es patidifuuusa es el tema este de "no me he enterado de nada" cuando te dice "no, es que yo no miro estas cosas"... En fin.

    Un besote :)

    ResponderEliminar
  6. jajajaja madre mía la saaanta paciencia que tenéis los profes!! con lo que tenéis que lidiar...menos mal que son los menos porque si no...algún día, van y te parten la cara jajajajaja :P

    ResponderEliminar
  7. Lo que teneis que aguantar!!! Como somos las madres de pesadas!!! La verdad que no tiene nada que ver vuestro punto de vista que el nuestro... que culpable me siento, cuando voy a tutorias... y eso que no voy mucho!!!

    ResponderEliminar
  8. Pues ya podía yo tener las narices para decir las cosas tal cual son porque a mi me comen con patatas :( y se que es un fallo y que tengo que cambiar, pero tengo tanto miedo a hacer algo mal que así estoy...

    ResponderEliminar
  9. Lo que me rio contigo, si algún día se te ocurre hacer un monólogo sobre padres, avísanos, seria la leche!!

    ResponderEliminar
  10. Pues sí, yo también lo he pensado alguna vez, pero y lo a gusto que te quedas?
    Besos y feliz año!

    ResponderEliminar
  11. Pues yo creo que:

    1.- Haces bien.
    2.- Un día te parten la cara.

    Un saludo y gracias por alegrame el día leyéndote.
    ;D

    ResponderEliminar
  12. Jajaja, yo soy de las tuyas.... al pan pan y al vino vino, qué leches!!!.
    Así que... cualquier día nos parten la cara a las dos!!!

    Besos

    ResponderEliminar
  13. ¡Me encantas!
    Reconozco que con los años he ido ganando confianza para decirle a los padres lo que hay que decir. Pero también reconozco que alguna vez he pasado miedo...
    Sigue así!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario