Los años perdidos

Para un maestro, al menos para los maestros con los que me he codeado y me codeo, un curso escolar es una oportunidad de aprendizaje profesional. Nuestro trabajo tiene unos ciclos muy marcados, con planificaciones al principio y evaluaciones de nuestro propio trabajo al final. Un trabajo que se presta mucho a reflexionar y, por tanto, a aprender. Y aprendemos de todo.

Del directo con los alumnos, con personas que cambian, que te suponen un reto solamente por el hecho de ser diferentes y únicos. Las situaciones cotidianas, tan similares a las de todos los cursos y tan diferentes a la vez, que te hacen replantearte tu forma de hacer las cosas, hacer pequeñas adaptaciones para que todo funcione bien.

De compañeros, de los que vas cogiendo esas cosas que ves, que funcionan, que te gustan... Hasta que las haces tuyas y las usas. Una metodología, una forma de usar la mano izquierda con los alumnos conflictivos, una ficha de registro de la habilidad lectora...

De Los proyectos. Esos que pones en marcha porque te motivan, los que tú mismo inventas, diseñas, coordinas... A nivel de clase o de centro. Y los proyectos de ese colegio donde trabajas, que terminan gustándome tanto que los pones en marcha en tu nuevo colegio.

Y así me acuerdo de una compañera que me dijo, al terminar un curso muy malo, en un colegio muy malo:

- Para mi, este curso ha sido un año perdido. No he aprendido nada, no me he enriquecido con nada, no he puesto en práctica nada.


Qué suerte tengo que, aunque he tenido años malos, esto no me ha pasado nunca.


Comentarios

  1. La maestra que no sabía aprender....se podría titular la película.

    Yo sólo dí clases 5 días en el curso 2011 y aprendí mucho, saqué bastantes conclusiones, reflexioné un montón sobre mi actitud y aptitud como profesora. Este curso estuve dando un programa de voluntariado en un insti, 4 sesiones de clase y me di cuenta de cuanto había aprendido en esos 5 días de profesora y lo mucho, muchísimo que me quedaría por aprender. Me encantaría volver a la docencia, para enseñar, pero sobre todo para aprender todo lo que tú cuentas.
    Esa persona, que en un curso malo, difícil, llegó a la conclusión de haber tenido un año perdido es alguien muy pobre de espíritu y, creo que, muy equivocada o posiblemente la educación no sea su lugar.....

    ResponderEliminar
  2. No sé yo si eso de uqe no ha aprendido nada, ni se ha enriquecido con nada sea verdad. Que a lo mejor sí, pero quién sabe, quizá es fruto de la frustración. Conozco gente que me ha dicho cosas parecidas, y cuando te pones a hablar con ellos, lo que sacas en claro es que no han podido aprender o hacer tanto como querrían, porque el equipo directivo cortaba las alas, porque los compañeros eran apáticos, porque... lo que fuese.

    Desde luego, no es un camino de rosas, y me alegro de que tú siempre hayas aprendido :)

    ResponderEliminar
  3. De las malas situaciones tambien se aprenden grandes cosas... esto hay que tenerlo claro, incluso se puede aprender a no repetirlas!!!

    ResponderEliminar
  4. Tienes razón! Siempre se aprende algo, incluso de las malas experiencias...

    ResponderEliminar
  5. Pues a mi me ha pasado ,lo mismo...Ayer calculaba, hace 9 años pesaba 51 kilos, y estaba bien...ni gorda ni flaca..y hoy peso 65.300..Hecha una molli..y me ido dejando poco a poco...he tenido temporadas mejores (antes de quedarme embarazada y durante el embarazo). Pero luego nacio Sofia, y me disculpaba a mi misma con la idea de que ya no resultaba atractiva a nadie, porque con los embarazos el cuerpo cambia..y no, la que cambia soy yo..la que se ha dejado soy yo..DEsde hace tiempo, todos los eneros, septiembres, abriles, los lunes y los primeros de cada mes digo que mepiezo a cuidarme...pero eso..solo lo digo...

    Me gusta saber que hay alguien que también es un desastrillo como yo

    (Soy Ropi)..Tengo un blog nuevo..

    ResponderEliminar
  6. Al igual que tú y que casi el resto de docentes, he tenido cursos malos, especialmente el pasado. Prefiero no acordarme... pero incluso de esa malísima, infernal y frustrante experiencia aprendí cosas. Aprendes actitudes, a no repetir determinadas acciones, a cómo actuar cuando el equipo directivo no es lo que tú quieres, a "defenderte" de determinados compañeros, a decir NO, a enfrentarte a situaciones problemáticas... Siempre, siempre aprendemos algo.
    Este curso sin embargo ha sido maravilloso, he tenido un equipo directivo perfecto y unos compañeros que me han enseñado muchas cosas a la hora de trabajar con los peques.
    De todo hay que sacar una enseñanza, por pequeña que sea...

    ResponderEliminar
  7. Jo, para mi ningún año es perdido. A lo mejor se confundió con J...dido! xDDD ¡Besitos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario