Rascando la superficie

En mi clase, este año, me hacaído un trabajazo que no me esperaba. Una, que es muy ilusa, y piensa que unos niños de diez años, en quinto de primaria, son capaces de copiar la página y el número de ejercicios de matemáticas (tres, para los curiosos) que mando para casa.

Pues no.

Y los días y la horas de clase son un suceder de niños y niñas con los pocos deberes que mando sin hacer acostumbrados, por lo que veo, a un "no pasa nada". Sentido de la responsabilidad cero.

Y si nos quedásemos en eso, todavía tendría un pase.

Estos niños, de diez años, no escriben de forma autónoma en el cuaderno. Quiero decir, abren el cuadernillo y saben que donde haya hueco ahí se escribe, pero se saltan renglones, no respetan los márgenes,  tienen una letra indescifrable en algunos casos...

Y aquí me veo, frente a 21 chicos que en año y pico han de ser despachados al instituto y que son incapaces de autocorregirse un dictado de tres líneas.

Y me hallo desesperada.

Porque a mi, que habían dado este quinto de primaria cuando yo quería repetir con niños chicos, me habían vendido que lo de los mayores era mejor para estos menesteres, o al menos eso recordaba. Pero hete aquí que no me va a quedar otra que explicar los márgenes en la libreta, que decirles que no se sale a hacer pis cada dos minutos, que cada uno se corrige lo suyo bajo mi supervisión, que no nos podemos levantar en la clase cuando nos da la gana, que cuando la maestra habla y explica no interrumpo con preguntas que no vienen al caso...

¡Que solamente me falta sonarles los mocos!

Muy agobiada, sí.

Y echo de menos a mis alumnos del año pasado. Que con siete años se sabían corregir solitos sus cositas, con su lápiz rojo, que sabían aguantarse el pis como campeones para salir de clase solamente lo necesario, que rendían en clase y que olvidaban sus deberes de forma anecdótica. Que sabían usar sus cuadernos de forma autónoma sin saltarse líneas ni empezar las frases con minúscula, que daban los buenos días por la mañana...

Compañero que ahora disfrutas de mi antigua clase, machote, no sabes la suerte que tienes.

Ardua tarea la que tengo por delante.

Maestra: Por lo que más queráis, prometedme que mañana os vais a portar como niños de diez años, la que tenéis, ni más ni menos os pido
Niños: prometido, seño, ¿Puedo ir ya al baño a beber agua?

Comentarios

  1. Jajajaja. Cómo te entiendo. Ese panorama me encuentro yo a veces en primero de la ESO, de verdad, aunque no lo creas. Chicos que piden ir al baño, que se levantan a tirar un papel a la papelera o a pedir un boli cuando les da la gana, que no tienen un ritmo para poner la fecha, el número de página, o el tema en el que estamos, antes de empezar a escribir cada día, que no apuntan ni hacen ejercicios en casa... Y me toca la tarea que te va a tocar a ti este año.

    Otras veces no, otras veces, como los míos de este año, son totalmente autónomos. Afortunadamente.

    Besos.

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  2. como dice Ro, yo también me encuentro a veces el mismo panorama en 1º de la ESO, sobre todo lo de levantarse cada dos por tres, y pedir mucho ir al baño.

    Mucho ánimo, tú eres cañera, y les llevarás por el camino correcto.

    No me puedo imaginar una libreta así, sin márgenes, sin utilizar bien las líneas, minúsculas... puff.

    Ánimo guapa!

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  3. Pues a mi hijo de seis años le hacen autocorregirse sus ejercicios (le encanta hacerlo), repetar los margenes y el espaciado entre lineas y hasta llevar su propia agenda en la que apunta las tareas que tiene que hacer en casa.

    L.F.

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  4. Ayyyyyy compañera... Así me veo yo pero con los angelitos de seis años.
    Hoy precisamente les he dado una charla con eso de "Somos mayores porque estamos en primero y ya nos tenemos que aguantar el pis, y no levantarnos y todas esas cosas..."
    A ver si tengo suerte y consigo encaminarlos bien.

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