Contrataciones de navidad

Esta mañana hemos acompañado a cuñado al centro de compras. Cuñado está en medio de la operación "De pardillo a buenorro" y por ahora se le está dando bastante bien. Está en el gimnasio, ha perdido 20 kg, se está comprando ropa adecuada a alguien que no llega a los 40 (antes usaba ropa de sesentón)... Solamente me falta convencerlo de que "sexualmente deseable" no va unido a un hombre que lleva una mariconera.

A ver, mariconera se le dice a los bolsitos esos de hombre; que me refiero a que cuando una fantasea con su Russell Crowe de turno NUNCA te lo imaginas con una cosa de esas colgando.

Pues bien, cuñado, marido y yo, que íbamos buscando ropa masculina medianamente arreglada hemos estado en cuatro tiendas: Zara, Massimo Dutti, Adolfo Domínguez y Cortefiel.

Destaco lo rematadamente fea, pero fea, fea nivel "esta camiseta parece un pijama del mercadillo" de la colección de hombre de AD. (Esto es más bien una nota al margen).

En Cortefiel metemos a cuñado en un probador cargado de ropa, y yo me dedico a ir pidiendo las tallas y prendas que no hemos encontrado nosotros mismos.

Asalto a una chica joven, muy guapa a la que pido cierta talla de la americana que tiene el maniquí.

- ¿Americana? - parpadea
- Sí, la americana marrón del maniquí.
- ¿Puede ser esta? - me señala una sahariana de cuero marrón.
- La AMERICANA - respondo, temiéndome lo peor.

- Emmm, ¿es esta?- me señala una trenca de paño marrón y corte marcadamente marinero.- ¿Y esta?- y me muestra una bomber.

- La americana marrón del maniquí, ¿sabes lo que es una americana?

Termino encontrando yo sola la prenda, pero no hay la talla. La chica se pone a mirar el resto de prendas del perchero que no son la americana de espiga marrón, sino de pana verde musgo.

- Te veo pensando ya en el fin de semana, ¿eh? -le digo a la muchacha.
- No, es que soy nueva.

Yo no dije nada más, pero desde entonces me estoy preguntando qué clase de criterios de selección de personal tienen algunas empresas. Quiero decir que, obviamente nadie nace sabiendo, pero si has echado el currículum en una tienda de ropa al menos debería ser porque distingues entre un abrigo y una chaqueta.

Por otra parte, la empresa, en este caso Cortefiel ha puesto a atender a los clientes una jovencita francamente guapetona y agradable, pero totalmente verde, sin molestarse en completar su formación (o sin molestarse en saber si lo básico lo traía de serie la nena). Y no me parece que diga nada bueno a su favor (de la empresa, se entiende) porque esa empleada no podría aconsejar a un cliente si no sabe ni dónde tiene las manos.

¿Dónde quedó el cuidado y el esmero en la atención al cliente?

Al menos, he de ser sincera y contarlo todo, otra de las chicas que nos atendió me dio un pantalón de micropana cuando lo pedí y no uno de pana. Quiero pensar que o bien se terminan interesando por su trabajo o bien hubo otra época en la que esta empresa formaba a sus empleados.

Y habrá quien no le de importancia, pero en mi opinión para desarrollar cualquier trabajo se deberían tener las nociones básicas que permitieran desenvolverse bien en el mismo. Cualquiera, puesto que son remunerados.

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