P'arriba y p'abajo

Hoy, día largo como él solo, se merece un post para él solito.

Me asomé antes de vestirme a la ventana del salón y a ver qué tal se había levantado el día y un arcus pequeño y precioso estaba a punto de pasarme por encima. Bonito, bonito, pero no atino a coger la cámara de fotos.

Salgo corriendo porque me huelo que el tráfico va a estar complicado. Y no lo está, está peor.

Desde el atasco llamo al cole avisando de que voy a llegar tarde, para que alguien eche un ojillo a mis chiquillos mientras llego y no.

Desde el atasco admiro el pequeño tornado que pasa por el norte de Huelva. Llamo a este por si lo ve desde el curro, pero no, no se observa.

Salgo del atasco, me cae el diluvio de camino, vuelvo a ver el arcus desdibujado... Llego quince minutos tarde y me alegro de haber avisado... Mis alumnos me esperan sentaditos... Y solos. El trabajo y el compañerismo en este cole una vez más me dejan feliz de la vida. Como si no llego, vaya, que nadie se cosca de que hay veintiséis niños solitos.

La mañana cunde. Terminamos el libro de texto a más de veinte días del final de las clases, así que estoy feliz porque voy a poder repasar mucho.

Doy una clase de francés y corrijo cosas.

En la hora de la comida nos quedamos tres gatos, literalmente. Lo malo es que uno de los gatos es "compañera maloliente". Cagontó, ¿esta niña no se ducha?. Pido pechuga a la plancha con ensalada. Odio el régimen.

Intento que la tarde me cunda pero no lo consigo totalmente.

Comienza el goteo de mamás que vienen a la tutoría. Las dos primeras geniales. Son agradables.

La siguiente trae una lista escrita, no es broma, de todo aquello que le preocupa, pero en plan de "voy a por tí, maestra de mi hijo".

- ¿Y por qué vais mañana precisamente a tal sitio de excursión?
- Pues... porque nos pareció buen sitio para los niños, cerca, se lo iban a pasar bien...
- Mmm, ¿y mi hijo se va a mojar mañana?
- Em... No veo por qué, no...
- Es que si mi hijo se moja se pone enseguida con la garganta.
- Ya, eso pasa, si se es delicado de garganta.
- ¿Y por qué razón no le puedo echar una muda por si se moja?
- Pues no sé por qué razón, la verdad ¿conoce alguna razón por la que no pueda?
- ¿Entonces puedo echársela?
- Sí, claro...

Y asi, una lista de cosas, del tipo "mi hijo no es distraído, como tú dices, sino más bien que cuando le hablas él se concentra en otra cosa". En fin, para qué decir nada...

Y la última se ha molestado en venir desde su casa al colegio para decirme dos cosas. La primera que no le gusta la canción que vamos a bailar, que por qué no la cambio. Menos mal que una es muy clara y suelta un par de "esto es lo que hay". La segunda es que me asegure de que su hija baile bien adelante, que se la vea bien. Manda huevos.

Salgo pitando del cole. Llamo al muchacho de camino al coche.

Llego al garaje y el móvil se ha evaporado. No aparece. No está en el bolso... Después de que lo llame desde otro teléfono el mío aparece metido en el compartimento de los cd's.

Subo a casa, me cambio y corro, literalmente a spinning.

Evidentemente termino la clase de spinning y, tras la ducha, no puedo moverme más.

Menos mal que me hacen la cena.

Comentarios

  1. Pues me alegro de que te hayan hecho la cena que es una buena forma de terminar el día jejeje, un besito enormeeeeeeeee!!!

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  2. Con ese agotamiento tenías la excusa perfecta para no cenar, ni te hubieses enterado.
    Sobre los padres, siempre decía una compañera también maestra, que la verdad no era muy buena compañera, pero clara era un rato, su frase: los niños sólo tienen un problema y es que tienen padres, sé que es un poco "bestia" pero en situaciones como las que has tenido esta tarde creo que algo de razón tenía.

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  3. Hija, que no te sientas ni un momento! te vas a quedar como un pajarillo... no te va a hacer falta ni gym, jiji!!

    Besicos!!

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