Sensaciones: Eligiendo la propia vida

Me gusta hablar con la gente. Preguntar, y que me cuenten.

Y muchas veces de las conversaciones aparentemente insustanciales saco conclusiones que la mayoría de las veces me hace adivinar aspectos del carácter de mi interlocutor o interlocutora que no me contarían fácilmente o que ellos mismos desconocen.

La falta de voluntad es una de esas cosas que adivino de vez en cuando, entre quien me dice perseguir un objetivo pero, a cambio, me comenta que está haciendo bien poco para alcanzarlo.

Es cierto que en la vida hay objetivos que no están a nuestro alcance, porque dependen de factores y condiciones que no controlamos, pero ¿qué ocurre con esas cosas que sí controlamos de forma directa?

Decimos que queremos formarnos, aprender, pero no estudiamos.
Decimos que queremos adelgazar pero no seguimos dieta.
Decimos que no tenemos vida social pero seguimos pegados al messenger o al facebook, en vez de quedar con nuestros contactos.
Decimos que tenemos una vida poco interesante pero seguimos pegados al sofá.


Me queda mucho que seguir rumiando con respecto a esto. Por la parte que me tocaba (perder peso) ya estoy con mi operación triquini.

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