Viviendo bajo el demonio de Tasmania

He pasado toda la noche despertándome con las llantinas y rabietas del vecino de arriba.

Y es que hoy ha sido la segunda noche de emancipación en mi piso. El Señor X está con un virus y ha tenido la decencia de irse con sus padres para no pegármelo. Tener una cama de 180 cm de ancho para una sola es una experiencia que merece todo un post.

Mi vecinillo de arriba, que no llega al año, llora con una frecuencia e intensidad de campeonato y se ha tirado así toda la madrugada, provocando la crispación de los nervios de sus padres que a eso de las cinco no podían más.

Como suele pasar, el crío a eso de las 7 de la mañana se ha callado, se ha dormido y está tan feliz.

Por cierto, amistades cercanas. No os ofendáis si no recibís invitación al piso, porque tenemos dos sillas, una de ellas es un sillón de despacho y la otra es una silla de playa prestada. Si invitamos a alguien que considere la posibilidad de traerse un taburete.

Y es que mi piso tiene muchas peculiaridades que iremos normalizando con el paso de los días:

- No hay cortinas. Ni una. Tenemos un estor donado por Mamálileth pero después de la barra de cortina que ví ayer en el Leroy lo mismo me planteo poner cortinas directamente.
- No hay sillas, como ya he comentado.
- Hay cajas inmensas llenas de libros en una de las habitaciones. Hemos caido en la cuenta de que no podemos llegar a la ventana por las cajas.
- No hay mesa de comedor, estamos usando la que será mesa de estudio.
- No hay salón. El viejo minitelevisor que tenemos descansa en una caja de cartón a la que empezamos a coger mucho cariño.
- Hay muebles por montar, poner, completar...

Mi casa es territorio en guerra.

Comentarios

  1. No sabía que estabas ya instalada en tu casita!!!! Que bien!!!! Pero no te preocupes por no tenerla montada aún, dentro de poco ya la verás. Que ilusión ir poniendo todas las cositas poquito a poco y decorar!!

    Saludos desde Málaga

    ResponderEliminar
  2. No te envidio jaja, no por el niño llorón, que por suerte, no tengo que padecer de eso, sino por las cajas y las cosas que no están en su sitio ¿lo estarán alguna vez?

    besos!

    ResponderEliminar
  3. Anda! no sabía que ya te habías instalado :)

    Yo estoy buscando alguien que me haga la reforma, que al principio no iba a tocarle nada y ahora lo quiero cambiar todo!

    En fin, que con lo de tus vecinos, tendrás que buscarte unos buenos tapones...

    ResponderEliminar
  4. Recién instalada, Soraya. Y es verdad que hace mucha ilusión:)

    Maeva, ufff, las cajas.

    Elena, estoy, aunque con todo por medio, los muebles mínimos...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario