¿Cuándo una casa se convierte en tu casa?

Después de haber vivido estos últimos años en diferentes sitios "de prestao" (residencias de estudiantes, apartamentos de alquiler y hasta un apartahotel) y estar en la actualidad en vías de acomodo a mi nuevo piso (que aún cuesta llamarlo "mi casa"), hoy planteo la cuestión que da título al post:

¿Cuándo una casa se convierte en tu casa?

Para mí hay una serie de indicadores.

La maleta

Cuando llegué a Canarias por primera vez tardé una semana en deshacer la maleta.

El hecho de deshacer la maleta, al menos para mí, es el indicativo psicológico de la aceptación de que, al menos por ahora, estás en ese lugar.

Cuando volví a La Palma después de navidades la deshice enseguida.

Me he dado cuenta de que es una de las cosas que suelo hacer cuando me mudo a un sitio nuevo; tardo en deshacer la maleta un número determinado de días y, cuando por fin lo hago, ya empiezo a sentir que hago algo más que dormir ahí.

El baño

MamáLileth lo puede decir (y lo mismo no lo dice de buen humor): soy la reina de los botes. Quitaesmalte, tónico, cremas... Si no los distribuyo dentro de mi tendencia al caos personal no me siento en casa.

Puedo empezar a decir que me siento en casa cuando no me siento molesta al maquillarme por las mañanas, cuando (aunque lo tenga todo en un par de neceseres) no resoplo de fastidio por no encontrar una brocha de sombras, o el rimel que me quiero poner. No solamente tiene que ver con el orden, sino con habituarse a dónde está cada cosa.

Los ruidos y defectos

Cada casa tiene sus ruidos y cuando dejas de estar pendiente de lo que hace el vecinoo, de estar intentando averiguar cuál es cada sonido que te llega, se puede decir que estás en casa.

En La Palma, mi apartamento estaba pintado de un alegre rosa-coral puticlub. Alegre pero chirriante, porque mi casa paterna con paredes en tonos neutros no cuadraba mucho con el exotismo pretropical.

Hoy recuerdo todas esas cosas, defectos e incomodidades, que no me gustaban pero que dieron personalidad a cada uno de los sitios donde he vivido: las paredes de La Palma, ese cierre que no cerraba bien y por donde me entraba arenilla negra volcánica, lavar en el lavabo, tener que apuntarme una hora para hacer la colada en la resi, la alarmante ausencia de persianas, el frío tremendo de Jaén... Y las noches en blanco escuchando a los vecinos "hacer sus cosas" en Santa Cruz (donde una noche me planteé de forma seria dormir en la bañera).

Enseres varios

Hace un rato, cuando el Señor X ha terminado de montar el mueble de encima de la lavadora y he visto que voy a poder quitar de enmedio todos los detergentes, suavizantes y mil productos de limpieza me han entrado ganas de llorar de la alegría.

Supongo que cuando pueda sacar de la caja fucsia de cartón mis cosas de higiene va a ser un subidón similar.

Tener las cosas en una caja no me ayuda a sentirme en casa, no.


¿Qué os ayuda a sentiros "en casa"?

Comentarios

  1. Ay amiga... ¡cómo te entiendo! Lo de tener cosas en cajas es lo peor del mundo mundial!! Yo llevo así tres años, camino de cuatro, y es una tragedia!! jajaja!! Pero bueno, ya me queda menos para irme a mi casa, ¡a disfrutar de mis armarios! yupiiii!!
    Un besito y ¡gracias por tu comentario en El Cofrecito Infantil!

    ResponderEliminar
  2. Uffff en mi etapa de estudiante he vivido varias mudanzas, y creo que me quedan unas cuantas en mi futura etapa de maestra, y para mí una casa siempre se transformó en un hogar dependiendo de las personas que me rodearan en ese momento. También ayudaba ver mis perfumes en el baño y la ropa colgada en el armario, y por supuesto una cama bien hecha jajaja...

    Muakaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
  3. Pues yo, que estoy más o menos como tu, salvando las distancias, hasta que no pinte de colores que me gusten (el color puticlub caribeño no), pueda comprar y colgar cortinas bonitas y actuales, creo que no me sentiré del todo cómoda; aunque ayuda lo mismo que a ti, poder poner mis cosas en el armario del baño y no tenerlas en un neceser, poder colocar la ropa de fuera de temporada en otro armario, y no en cajas o en bolsas, tener cada cosa en su sitio, y no en la maleta.
    desde que llegué de tenerife en mayo, hasta hace un mes que me vine para mi casa, tenía mi ropa malamente colocada en una maleta, porque me pasaba un poco como a ti, aquellos no eran mis hogares, no me sentía cómoda, no eran mi casa, y ahora si; parece una tontería, pero es como empezar otra vez, que todos estos meses han sido una estancia temporal (que lo ha sido, pero demasiado larga).

    me enrollé!!

    besos Lileth !

    ResponderEliminar
  4. no había comentado nunca, pero es que enganchas! jajaja
    Yo soy estudiante, y vivo en una ciudad diferente a la mía, así que he tenido varios "hogares"... Aquí en casa, no me hace falta nada para sentirme como tal. Pero en la residencia y ahora en el piso: las fotos. En cuanto llego a un sitio nuevo, fotos de mi gente. Y, si puede ser, poner mi colcha de colorines =)
    Un besito!

    ResponderEliminar
  5. A mí me basta con que no haya eco, no huela a obra. Ummm, además una braserito no viene mal, jeje.

    ResponderEliminar
  6. Cuanta razon tienes Lileth; y es q es tan dificil hacer de una casa un hogar... Lo d los ruidos "lo has clavao". Besos de color rosa-coral XXDD

    ResponderEliminar
  7. Nena!!! Cuanta razón tienes en lo de la maleta... jajaja gracias a tu post he descubierto que me pasa igual que a ti. Cuando me siento en casa deshago la maleta rápidamente, y cuando me he mudado siempre he tenido las cosas en la maleta tiempo indefinido... jajaja si al fin y al cabo los seres humanos no somos tan distintos

    ResponderEliminar
  8. UFFF LLEVO MESES ASI..NO TENGO TIEMPO DE SACR LAS COSAS Y ESTAR TRANQUILA..MI CONSEJO PERSONAL ES QUE EL SEÑOR X Y TU "ESTRENEIS" TODOS LOS RINCONES DE LA CASA PARA IR FAMILIARIZANDOS CON EL ENTORNO, YO SIEMPRE ME SIENTO AGUSTO EN UN SITIO DONDE HE FOLLADO..BESOS MIL!!SIEMPRE ES UN PLACER LEERTE!!

    ResponderEliminar
  9. Elena, el fin de las cajas está cerca...

    Julia, pues lo de la cama es fundamental, llevas razón.

    Jul, gracias. Sabes de lo que hablo, por lo que veo.

    Maeva, pues hay que darse una vueltecita y arreglar esas cortinas, aprovecha ahora las rebajas.

    Zepequeña, conozco alguna "afortunada" que no ha vivido la experiencia.

    Mediabaldosa, creo que a mi casa le queda mucho para perder el eco.

    Saritisima, yo estoy en proceso de ignorar los ruidos de mi casa nueva.

    Lilith, deberían hacer un estudio psicológico. Recuerdo un lugar donde no llegué a deshacerla en las dos semanas que estuve.

    Paty, seguiremos tus consejos porque llevas mucha razón.

    Besos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario