A manchas

Los jueves tengo en el cole una distribución de clases un tanto rara. Tan rara, que no tengo clases con los nenes de mi tutoría, así que o hago por verlos o se me desmadran los pobrecillos.

El jueves pasado entré a media mañana intentando no molestar mucho a la especialista que estaba en ese momento para coger un cd que me hacía falta (y que no recuerdo dónde he puesto, por cierto) y para recordar a los retoños de la necesidad de portarse como ángeles ante el inminente reparto de pegatinas.


M, que es muy observadora, me interrumpe:


- Maestra, ¿De qué te has manchado la chaqueta? ¡Tienes toda la manga llena!

- ¿De quéeee? ¿Dondeee?- Digo mientras me miro el brazo, haciendo contorsionismo.

- ¡Tienes toda la chaqueta llena!


Entonces caigo.


- No, no...¡No son manchas!- Explico, paciente- Es que la chaqueta es así, vaquera al ácido, desteñida... ¡Moderna!- Exclamo, en un arranque de optimismo.


Diez pares de ojos miran muy raro desde entonces mi chaqueta "moderna".

Comentarios

  1. jajaj ay que ver como se fijan los renacuajos!!jajaj...un besito

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  2. Que monaaa!!! Yo es que tengo ya siete chaquetas distintas, y como me compre otra mi madre me puede matar... Lo que no me explico es como siempre acabo con la misma...

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  3. jajajajaja......son tremendos!!! te mueres, me encantan sus cosas, si ya lo digo yo: extraterrestres....
    Feliz finde

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