Por hablar... Espionaje y vacunas en el Centro de Salud

Esta mañana tenía cita con mi médico en el centro de salud para, entre otras cosas, que me hicieran el certificado médico; porque cuando te van a contratar de maestra debes llevar un papel en la boca donde un médico certifique que no te vas a comer un niño de lo loca que estás ni te vas a coger una baja a los dos días.



Tenía cita a las once, así que me fui para allá a las once menos veinte (por si acaso) con uno de los libros de la UNED metido en el bolso (porque una es masoca y sigue estudiando) y la sana intención de tardar poco. Localicé la consulta y me dispuse a esperar, incluso sobrellevar bien los veinticinco minutos de retraso que lleva la consulta.



Abro mi libro, cojo mi lápiz de subrayar (Ese que es azul por un lado y rojo por otro) y me pongo a estudiar la Didáctica de la Educación Plástica y visual (de la asignatura optativa "Didáticas específicas II") desde diferentes enfoques. Pese al jaleo, los niños corriendo, los vejetes tosiendo, las chicas enseñando bragas feas impunemente (prometo un post analizando los estilismos) y pese a que no le pierdo ojo a nada, consigo avanzar medio capítulo.



Es entonces cuando aparece una señora gitana, de unos 70 años (Quizá menos, se la ve muy descuidada) con una cola caballo, las canas al aire, bastón a lo House y un excéntrico combinado de estampados florales en su ropa: falda negra larga de tablas finas con flores pequeñas multicolores, blusa con fondo verde y flores en escala de grises. La señora se sienta a mi lado y me da con el bolso y con el bastón.



Con el índice y el pulgar aparto el bolso, con el pie aparto el bastón y miro a la señora, que me enseña la cantidad de dientes que le faltan y que viene por un resfriado (Es asqueroso, pero lo deduzco por los mocos). ¿Por qué a mí?- Pienso-. Sigo estudiando rápidamente para no tener que entablar conversación.



Llevo ensimismada un rato cuando noto que la señora del look floral está inclinada hacia mí... ¿Está mirando por encima de mi hombro? Sí... La señora de los mocos está realmente interesada en ver qué leo. La miro, frunzo el ceño, cierro el libro y me giro un poco. Sigo leyendo. Ella refunfuña, claramente fastidiada, y dice algo entre dientes que no intento tan siquiera entender.



Me descuido y repetimos el proceso pero esta vez, cuando cierro el libro, antes de que me gire, ella alarga su mano, agarra la portada y lo lee detenidamente. Luego, me mira con desdén (yo estoy atónita). Afortunadamente me toca.



Me siento en la consulta con risa tonta y le suelto mi rollo al médico. El señor de la bata blanca me dice que los maestros deberíamos rebelarnos contra la Junta, que qué cosa más absurda tener que ir a consulta y perder tiempo para los contratos, que al final es absurdo, que total, si te puedes resfriar a los dos días y te tienes que coger una baja, que se aprovechan de nosotros, y que ya que estamos convendría vacunarme de la Hepatitis B y del Tétanos, porque los maestros somos grupo de riesgo, y más con tanto niño extranjero.



-Bueno... Si lo ve necesario...



Me da un volante para la consulta de enfermería para vacunarme hoy mismo, así que me dirijo a información para que me den número. Ahí empieza un proceso burocrático absurdo, y no lo digo por lo enrevesado del tema (¿Sabes qué enfermero te toca?, es que no está, mejor vienes mañana y le pides cita, pues si no mañana pasado, si no el otro...) sino porque la chica que da las citas es nueva y se hace un lío, diciéndome que mi enfermero no está, pero sí está.



Después de más de media hora de peregrinaje por todo el centro de salud donde, gracias al cielo no me encuentro con la señora del atuendo floral y los mocos, consigo que un enfermero me ponga las vacunas, una en cada brazo.



Y no, no dueeeelen...

Comentarios

  1. Eso es para llegar cuerda y salir majareta! Fíjate que a mi hermana, que se sacó las opos el año pasado,casi no le quieren hacer el certificado. Que como va a firmar que está sana y bien si no la conoce, etc etc. Mi hermana, pues míreme, hágame una revisión y un análisis de sangre. Y el médico que no tiene tiempo para eso. Mi hermana, pues firme. El médico, no firmo, porque no lo sé. Mi hermana, pues examíneme. El médico, no hay tiempo y así ad infinitum, hasta que mi hermana consiguió la firma, por desgaste!!!

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  2. Puff menudos ejemplares q puedes encontrar en la consulta.

    Que viva el medico de empresa!
    besos

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  3. Descubrí tu blog hace poco y me encantó.
    Paso muy buenos ratos leyendo, la verdad, y dado que yo estoy intentando ser profesora de inglés, los post que más me interesan son los de como sobrellevar los días de clase. ¡Sigue así!! Voy a enlazarte en mi blog, si no te importa.

    Y espero el post sobre estilismos de bragas!! xDD
    Besos

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  4. Aliena, yo tengo suerte y mi médico de cabecera es amable, razonable y atento...¡Un chollazo!

    Saritísima, es impresionante lo que se ve en el centro de salud.

    Yuna oosaki, me siento halagada por el link. Y lo de las bragas de verdad que lo tengo que contar, porque era muy fuerte...

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  5. pero como no la has...y despues...y cuando ya estuviese la podias haber...aaaisss yo la daba con el libro en las canas

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  6. Judit, debería haber hecho algo de eso... Si hubiera conseguido dejar de estar sorprendida.

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  7. jijiji, q fuerte lo de la floripondia,no?... la tia te coje el libro y ala...
    no nos comentaste nada del olor, porq no se por ahí, pero aquí por mi zona, los gitanos tienen un olor muy horrible...aunq hay de todo, porq los hay q son de los q viven en pisos y eso q son limpios y educados... pero bueno, generalizado un poco...

    mira,no entendí bien los del enfermo, como es, q te pone un enfermo la vacuna?...

    y no duele?, yo creo q con lo tensa q me pongo me duele todo...tengo mucho miedito...

    besazos.

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  8. Yo con la Seguridad social no puedorrr, lo siento, me supera, es algo q me supera. Pero bueno jamia, al final saliste de alli sin q la floreada te arrancara el libro de las manos :P, con las vacunas puestas y el certificado en la boca... no estuvo mal no?.

    Saludines.

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  9. Namy, me abstengo de hablar del olor... Esta señora hacía tiempo que no se duchaba en condiciones.

    Y el enfermo, me temo que es una errata. Quien me pone la inyección es un enfermero. ¡Y no dueeeeleee!

    Sandra, llevas razón, ¡al final la mañana fue un triunfo!

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