Vivir aislado

En mi nuevo Centro tejados inclinados han sustituído al mar en las ventanas. Doy la clase y miro hacia fuera y, cuando lo busco, por la costumbre de tenerlo de referente, me sorprendo ante los tejados inclinados y las montañas de Sierra Mágina.

El aire, seco y frío, me ha devuelto a un crudo invierno; las nubes negras, que pasaban esta mañana sin dejar caer la lluvia empezaron a descargar justo a la salida del cole esta tarde, mojando a mis alumnos y alumnas de primer ciclo de Educación Secundaria.

Mis alumnos viven ajenos al botellón y a las modas juveniles. Pese a la aldea global, aquí nunca pasaron de moda los pantalones de campana y no han llegado las camisetas de "El niño". Aquí es imposible ir al Berska los sábados por la mañana. No se estrena ropa para salir por la noche. La vida se vive marcada de forma irremediable por esos 14 km de carretera comarcal llena de curvas: el único camino para llegar a Cabra del Santo Cristo.

Sin embargo, aquí hay todo lo necesario para llevar adelante el día a día: la farmacia, el consultorio del médico, la caja de ahorros, algún que otro supermercado...

Además, la cobertura de móvil me trae internet a través de mi módem Vodafone, ¿para qué quiero más?

Comentarios

  1. me alegro de q estes bien, por lo menos estas más cerca de casa!y además con internet!!
    besos

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  2. Bueno todo tiene sus ventajas y sus incovenientes... Espero q te vaya genial ahí!

    Muakkk

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  3. Pues esa "autovía" es la que me recorro yo todas las semanas y, con suerte, el año que viene. Es verdad que está hecha un asco, pero qué le vamos a hacer.
    Disfruta del entorno y del cole y sigue contándonoslo.
    ;-)

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