Mi nuevo colegio

Mi nuevo colegio está en una carretera que va cuesta abajo, una cuesta hacia el mar.

La brisa fresca sube la colina y se nos cuela por los resquicios de las ventanas.

Mi clase, un quinto curso de primaria, que me describieron al llegar como problemáticos (ya estamos, me dije) ha resultado ser el curso de niños más santos que he tenido en mi vida.

De francés nivelazo, así que se puede decir que estoy contenta.

Tocaba, como diría Vanesa.

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