La intrusa

Domingo, 11 de noviembre de 2007


Tengo buenos amigos. Amigo es esa persona a la que he dejado, o estoy dejando, conocerme de verdad.


Ayer, sábado, estuve por la mañana en la casa de la cultura de Santa Cruz de Tenerife, actualizando el blog, viendo mi correo electrónico y usando el webmessenger para hablar con la gente.


Y una de estas amigas (Gracias, Pando) me avisa por la tarde de que alguien está utilizando mi cuenta, alguien con pocas luces y muchas faltas de ortografía. Así que me visto rápidamente y pillo en la casa de la cultura a la intrusa con las manos en la masa, y mi messenger abierto.


Increíble. La increpo y se le pone la cara blanca, mientras cierra ventanas a toda prisa.


Ahí es cuando empieza el show, y la tal Natalie, boliviana jovencita (19 primaveras), oronda y con una melena oscura preciosa, empieza a lloriquearme cuando se la lleva seguridad y se empieza a hablar de llamar a la policía nacional. Sus argumentos eran:


  • Yo dije desde primer momento que no eras tú.- Según Pandora es mentira cochina y me vais a perdonar, pero yo creo a mi amiga antes que a la chica intrusa.

  • Yo es que vengo de muy lejos a buscarme la vida.- Su historia me suena y, francamente, no es el mejor momento para que eso me de pena.

  • Yo es que no tengo papeles y me metes en un lío.- Pues chica, habértelo pensado antes.


Yo respondo a todo esto que:


  • Si te aburres te coges el tranvía y te vas a El Corte Inglés, como hacemos todos.

  • No me vas a dar pena llorando.

  • Me pienso si te pongo una denuncia en función de lo que me recomiende la policía.


Cuando la policía se presenta (Después de hora y media esperando) me recomienda, para curarme en salud, poner la denuncia porque no sabemos qué datos ha cogido.


Así que allá que te voy, la noche del sábado a poner la denuncia. Veremos en qué termina la cosa.


Por lo pronto el que me cogió la denuncia quedó tan impresionado por mi buen humor y mi simpatía (el pelo sucio y mal recogido, el chándal y los zapatos de deporte no me hacían estar en mi mejor momento) que se ha tomado la libertad de llamarme esta tarde para invitarme a un cafelete, digo yo que mi teléfono lo cogió de la denuncia. Yo le dije que qué pensaba al respecto su señora esposa (porque para mí que ella no estaba al tanto) y él me responde que no le ha preguntado (obvio), a lo que respondo que no es mi estilo hacer estas cosas y que adiós muy buenas, tras lo cual le cuelgo.


Así que si es usted una señora esposa de un nacional de la comisaría de Santa Cruz de Tenerife, tiene una niña y un niño, que sepa que su señor esposo es un poquito picaflor. Ahí queda la cosa.


Y si eres el poli, que sepas que mis amigas, mi novio y yo, nos hemos estado riendo de ti toda la tarde. Iluso.

Comentarios

  1. Aquí Pandora. Una tía que escriba en rosa y con faltas de ortografía jamás podrá ser una Lileth por mucho que lo intente. Eso del poli no me lo habías contado. Qué fuerte. Si es que somos unas pretty woman de la vida.
    Besos!!

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  2. ¡qué fuerte! yo no sabía que pasaban esas cosas tan absurdas, pero lo del policía, es muy, muy fuerte y asqueroso...

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  3. Karma.

    (interprétalo como mejor te parezca)

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