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El techo psicológico

          Tuve un alumno una vez que, sin dar muestras de poder aspirar al Nobel, sí que daba las suficientes muestras de inteligencia y capacidad de trabajo como para completar una formación superior. El problema radicaba en las nulas facilidades que daba la familia a su estudio; estaba siempre al cuidado de los hermanos menores, hacía la compra y recados por la tarde para sus padres, lo ponían a estudiar con la tele de fondo...  Si a un estudiante, si a un niño, que por naturaleza va a preferir jugar o estar con los amigotes, le pones difícil eso de ponerse a estudiar pues los docentes lo tenemos todo perdido.  Como cualquier maestra en mi situación aproveché que a recoger las notas vino papá en vez de mamá (que solía acudir a las tutorías) para hablar maravillas del niño y pedir que se le facilitasen las condiciones para estudiar en casa. La respuesta me dejó muda: - ¿Y pa qué tanto estudio, si él va a ser (inserte aquí oficio sin cualificación, sin gran remuneración y muy exigente

Querida yo de 2016

Querida yo del 2016, tú aún no lo sabes pero vas a vivir el año más bueno de tu vida. Aprovéchalo porque esta luna de miel con la vida te va a durar poco más de un año. Intentaré no darte detalles porque al final vas a poder con todo (¿no es cierto, al fin y al cabo, que vamos pudiendo con todo hasta que llegamos al inevitable final que nos iguala?) pero te voy a avisar de que ni el mejor de los chalecos antibala te va a proteger de los tiros que te tiene preparada la vida. Vienen enfermedades. Varias. Viene reconstruirte. Varias veces. Viene gestionar la pérdida. Mucho. Conservarás cosas buenas e importantes (también, intenta no olvidarlo). Y cuatro años y medio después de la última vez que te asomaste por aquí tienes lo importante. Sigues viva. Bienvenida, yo.

Bienvenidos a mi guagua

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Os voy a contar una historia. Hace tres años y casi dos meses, dos maestras repartían, en algún colegio rural del que no habréis oído hablar, un grupo de niños en tres clases. A la clase A, se destinaron los niños con futuro prometedor, con padres con dinero y cierta posición. Ah, y un par de inmigrantes listos, por disimular. En la clase B se reunieron niños con menos recursos, pero aun así brillantes, aseados y prometedores. Ah, y un par de inmigrantes listos, por disimular. Quedaba la clase C, la de los despojos, los sobreros, los que no encajaban. La clase de la maestra que se dio de baja pronto. La de la maestra sustituta que se dio de baja, y vinieron varias más. Como habían sobrado muchos inmigrantes de la "operación disimulo", se formó un grupo que ni la ONU, ¡diversidad al poder!, ¿Qué más da? Ah, y un par de españoles buenos, por disimular. Hace tres años y casi dos meses estaba yo empezando sexto acompañando en tutoría a uno de los mejores grupos de alumn

Mis alumnos me lo pegan todo

Mis alumnos me lo pegan todo. Y desgraciadamente no es una licencia literaria, ni tampoco una exageración propia de haber nacido andaluza. Es que mis alumnos me lo pegan todo y tanto es así que cuando algún virus entra en clase yo ya empiezo a, por si acaso, dejar trabajo adelantado sobre mi mesa por si tengo que ausentarme algún día. Lejos de acostumbrarme, mis defensas no se enteran de qué va el tema y cada vez lo llevo peor. La semana pasada (la pasada a esta que termina), mi pequeña V, con su pelito de miel, me dice justo antes de salir al recreo: - Me duele mucho la barriga, maestra. - Pero, ¿dolor de hambre o dolor de estar malita?- Inquiero. - De estar malita. - Bueno, intenta no correr mucho y no comas. Si te vas encontrando peor me lo dices y llamamos a casa, que hoy vigilo recreo. - Vale. Veinte minutos más tarde la niña me dice que se encuentra fatal y desde mi móvil llamo a su madre. Le digo a la niña que vaya recogiendo sus cosas. Y tal como la pierdo de vis

Mis pantalones gamberros

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Después de este annus horribilis, este diciembre estoy volviendo a entrar en pantalones muy pequeñitos. De los que tienen lycra y cuando los ves en la tienda, mides la cintura, y compruebas que mide poco más de un palmo te haces un meme de esos contra la anorexia para rularlo por twitter y lo triunfas. Pero no, es la lycra. Pero íbamos a hablar de que vuelvo a tener el culete pequeño. Por eso de mi tamaño menguante estoy renovando vaqueros. Porque algunos se me caen y me quedan ridículos de grandes y otros van por el mismo camino como pierda medio kilo más. Así que entré en el Lefties, porque he visto por Instagram que tienen diseños chulos. Como digo, entré en la tienda y me puse a mirar los vaqueros. En seguida dos modelos de ripped jeans me llamaron, unos en gris y unos en negro. Los negros me han enamorado, oye. Con esos rotos grandes en la rodilla (con los 20 grados de máxima que estamos teniendo en pleno diciembre me han parecido una excelente opción), con esos botones de la

El dolor miserere y otros apuntes de sabiduría

Desde el domingo 25 de octubre hasta el día de hoy he aprendido mucho; de verdad. Por eso me parece que debo compartirlo y hacer llegar esa sabiduría, en una lista de descubrimientos ordenados de forma cronológica, lo más lejos que pueda. Comencemos. Del domingo 25 de octubre al lunes 26 de octubre. - El cuerpo es tan sabio que resulta lógico pensar que si normalmente se tiene hambre, y esa sensación desaparece durante una semana, algo va mal. - Hay domingos que empieza muy bien, pero pueden terminar fatal. Por ejemplo, puedes empezar comprando alguna revista de moda y acabar, esa misma noche, retorciéndote de dolor. - Puede resultar que nos sintamos tan enfermos que no atinemos a avisar por teléfono a nadie. - El tiempo se dilata o se contrae en función de lo que te duela algo. Si tienes fiebre y caes inconsciente la noche puede resultarte a la vez eterna y corta. - Es posible avisar a tu jefe de que no vas a trabajar espetándole "No sé qué tengo, pero estoy muy mal

El increíble caso del cerebro creciente

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¿De verdad te crees eso de " Quod natura non dat, Salamanca non presta "? Pues es mentira. Al menos, cuando contamos con un cerebro sano. Os voy a contar un secreto que sabemos los maestros: A veces se confunde un niño con altas capacidades intelectuales, con un niño bien estimulado. Y voy más allá, sabemos que un niño bien estimulado probablemente tendrá altas capacidades. ¿Qué por qué no os lo decimos? Porque la mayoría de las veces que decimos que debe usted estimular mejor a su hijo estamos comprando papeletas para, como mínimo, meternos en bronca (¿ME VAS A VENIR A DECIR CÓMO TENGO QUE TRATAR A MI HIJO?). Pero os prometo que se puede mejorar mucho el rendimiento intelectual solamente siguiendo unas pautas en la forma de relacionaros con él. Hay mil y una publicaciones (que os recomiendo) acerca de la estimulación temprana. Sí, hay pautas para que desde el primer minuto de la vida de vuestro hijo veléis por su desarrollo físico e intelectual, pero a veces los libros